los medios de comunicación todavía no nos ponemos de acuerdo en si nuestros enfoques o interpretaciones moldean y dirigen la opinión pública o si es al revés; si es la presión de los lectores o audiencias la que determina las agendas informativas. Es cuestión de dónde se pone el punto de vista. La política está inmersa en el mismo debate pero no se ha parado a pensarlo, porque sus representantes andan muy liados con el día a día durante cuatro años hasta las siguientes elecciones. Pero no es lo mismo pretender enarbolar la voz de la calle y erigirse en portavoz del pueblo con las soflamas facilonas y ramplonas de turno que situarse en la posición activa de transmitir valores e ideas con la finalidad de cohesionar la sociedad. No es lo mismo decir que los moros vienen a aprovecharse de nuestro sistema social y a quitarnos nuestro trabajo que fomentar la solidaridad y la mano tendida con los inmigrantes apelando a nuestros valores humanistas y mostrándonos orgullosos de ser una ciudad de acogida e integradora. Y las diferencias entre los refugiados sirios y los parias magrebíes si vas a ver no son tantas, pues es casi lo mismo huir a la desesperada de una tiranía económica que militar. Lo que cambia es únicamente dónde se pone el punto de vista.