porque te duele la cabeza, porque tienes jaqueca, porque saliste hasta muy tarde la noche anterior, porque te ha sentado mal la comida, porque tus hijos están enfermos, o porque les han roto el corazón, o porque te lo han roto a ti, porque han suspendido en el colegio, porque te has quedado sin trabajo, porque aunque lo tengas no te pagan lo que mereces, porque ni siquiera te pagan lo acordado y te jodes que hace ya mucho que los derechos de los trabajadores no existen, porque sientes que la mediocridad se impone en estos tiempos de crisis, porque no es suficiente con esforzarte y intentar hacerlo lo mejor posible, porque te castigan sin merecerlo, porque te duelen las muelas, porque te consume el cansancio, o el tabaco, porque se ha muerto un familiar cercano, o lejano, o algún amigo, porque a ese otro amigo le han descubierto un cáncer, o a su mujer, o a su hijo, porque le han despedido, porque hace tiempo que a tu buzón no llegan más que facturas y ninguna carta de amor, porque hace demasiado calor o demasiado frío, porque tus planes de vacaciones se truncan en el último momento después de un año de agotamiento acumulado, porque ha perdido tu equipo o por lo que sea... hay días en los que realmente no te apetece.
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