nos ha salido un poco macarra este Papa. Tan bondadoso y piadoso que parecía y, mira por dónde, resulta que si te atreves a meterte con su madre te reparte una hostia -de las que se comen no, de las otras- que ríete tú de los terroristas yihadistas. Ha dado mucho de sí su ya tradicional y campechana rueda de prensa en el avión papal. Reconoció que sí, que vale, que matar en nombre de la religión es una aberración. Por cierto, ¿quiso decir que hay otras razones en las que matar está más justificado? También dijo que se podía prever la indignación musulmana, que eso de burlarse de las religiones está muy mal y te expones a que te zumben, lo mismo que al que se meta con su mamá. Algunos piensan que es el primer gran desliz del pontificado de Francisco. Hasta los más papistas hablan de un discurso desafortunado... Yo creo que no se le escapó ni una sola coma que no quisiera compartir. Creo que su discurso estaba medido al milímetro, que la controversia que pudiera suscitar esta cierta justificación de la matanza de París bien podría merecer la pena si de ahí se puede extraer una cierta autocensura con respecto a las religiones -por supuesto, la suya incluida- y también un refuerzo personal como líder mundial de la moral... también de la musulmana.