se acercan las elecciones, pero aún están demasiado lejos. Eso, parece, está pensando Javier Maroto, actual alcalde y aspirante a la reelección como ya se puede comprobar en los spots propagandísticos que echan en el cine. El maestro del marketing, que en eso nadie le iguala por estos lares, vende su capacidad para sacar adelante proyectos aún a pesar de su minoritaria mayoría en el Ayuntamiento. Obvia los dineros -ingentes en algunos casos- que llegan desde el Gobierno Vasco aunque en su favor hay que decir que también está para eso, para lograr que una parte de la pasta común de los vascos se dedique a Vitoria. Vamos completando obras pero con tino y cuidado, no vaya a ser que nos empachemos antes de tiempo y nos olvidemos de cuál debe ser nuestro próximo voto. Un canalillo de agua en la Avenida, baldosas y luces nuevas en varias calles y una remozada Plaza de Abastos para abrir boca. Luego llegarán el Palacio Europa, el nuevo centro cívico de Salburua y, como broche final, fuegos artificiales y banda de música para abrir esa nueva Estación de Autobuses que lleva un par de meses terminada. Que si la gestión, que si las rutas, que si el restaurante, que si las tiendas... lo que sea con tal de evitar cortar la cinta antes de tiempo. Dinero de todos en beneficio propio. A ver si se le va a pudrir...