PARECÍA más pequeña en las imágenes. Cuando el Ayuntamiento mostró a la ciudadanía gasteiztarra los dibujitos en tresdé de la estación de autobuses -de la última; antes hubo más, e imagino que quienes los realizaron no dejaron de cobrar por su labor-, juraría que las dimensiones del edificio dejaban espacio libre en la gran plaza de Euskaltzaindia que la albergará, que ya la está albergando. Ahora la veo crecer día tras día, y les confieso que parecía más pequeña en las imágenes, con lo cual vuelvo a empezar. ¿Tiene esto que ver con esa extendida opinión de que todos salemos feos y bajitos en la tele, es decir, que las imágenes engañan, que en realidad somos más altos, más en general? Pues no lo sé. Sí sé que la estación parecía más pequeña en las imágenes que hemos mostrado los medios de comunicación. Observo las obras al salir de casa. Veo operarios diseminados por esos tejados que semejan a olas del mar y que ya han sembrado una duda entre el vecindario más inquieto: ¿la nieve que se acumule sobre ellos tendrá alguna vía de escape o acabará hundiendo la estructura que la soporta, cuando la soporte? Todo son preguntas... sobre todo cuando se trata de la estación de autobuses, que parecía más pequeña en las imágenes. Y es que tengo más dudas que compartir con ustedes, pero tendré que dejarlas para otra ocasión. Sólo un apunte: ¿alguien tiene claro cómo van a entrar y salir los autobuses, si lo van a hacer por la calle Donostia o por Portal de Foronda? Volveré a la carga.