¿ES o no hipocresía que EH Bildu pida en el Parlamento concertar un servicio de salud mental que ya se oferta en Osakidetza sin lagunas asistenciales? ¿Es o no cínico que el PSE pida que no se cumpla una decisión adoptada por el Gobierno de Patxi López? ¿Es o no lamentable que el PP que está aplicando los mayores recortes de la historia pida que se duplique un servicio? En cualquiera de los casos, falta de coherencia
La decisión que origina la controversia fue tomada por el Gobierno Vasco socialista; socialistas que gobernaron con el apoyo del PP. El concierto entre el departamento de Salud y el Módulo de Asistencia Psicosocial (MAPS) de Cruces no está renovado, porque los socialistas así lo decidieron. El módulo ya estaba sin concierto por decisión de Patxi López cuando llegó el actual Gobierno Vasco.
Dado lo decidido y ejecutado en su momento, ahora se trata de ser coherente con la decisión adoptada y mantener el servicio que desde Osakidetza se ofrece con mejor calidad, o de volver a concertarlo ofreciendo peor calidad en el servicio a la población afectada. Desde EAJ-PNV apostamos por un sistema sanitario integral público, de calidad, equitativo y universal, que recurre a la concertación sólo cuando existen lagunas asistenciales en el servicio ofrecido desde el sector público.
Tras su efímero paso por el Gobierno Vasco, a las y los socialistas vascos les está fallando la memoria, la coherencia o el rigor a la hora de tomar decisiones. Debemos recordar que el proceso de integración en Osakidetza de los servicios prestados por el módulo psicosocial de Cruces no es una decisión aislada, responde a la planificación global de la salud mental en Bizkaia. Lo que caracteriza la integración de los servicios prestados hasta entonces por el MAPS de Cruces en la red de salud mental es la ampliación de la cobertura pública de estos servicios. Debemos recordar que cuando se abrió el módulo, no había salud mental en Barakaldo. La legislatura pasada se planteó la integración de los servicios en la Red Pública porque se presentó la oportunidad de ampliar el espacio del Centro de Salud Mental de Barakaldo. Decidida la integración, el Gobierno Vasco acometió una importante inversión pública en recursos físicos y humanos. Por tanto un año después, nos encontramos ante un proceso ya consolidado de prestación de servicios desde Osakidetza, sin que existan lagunas asistenciales que deban ser cubiertas mediante la nueva concertación con el ámbito privado.
La cuestión es ¿qué servicio es mejor para la población de Cruces, Lutxana, Retuerto y Burtzeña? EH Bildu, socialistas y populares están defendiendo ofrecer un servicio concertado menor en cantidad y de peor calidad de lo que ya se está ofertando desde lo público según los estándares de calidad de Osakidetza.
Siendo esto así, ¿qué es lo que ha cambiado desde que se tomó la decisión? ¿Con qué nos encontramos hoy? Nos encontramos con que los socialistas ya no gobiernan en Euskadi, ahora sólo lo hacen en Barakaldo. Y por ello los criterios para fijar posición cambian. Ahora responden a intereses partidistas y no a la planificación necesaria en la gestión del servicio público. ¿Qué rigor es ese? ¿Cuánto dinero público se gastaron para que pudieran integrarse los servicios prestados desde el módulo en la red pública de salud mental? ¿Y ahora dicen que esa decisión no vale? ¿Ese es el modelo de gestión socialista? ¿Esa es su coherencia con las decisiones adoptadas? Cuando el PNV llegó al Gobierno Vasco, el servicio estaba ya organizado. ¿Qué hacemos con las personas contratadas? ¿Echarlas a la calle porque Bildu, PSE y el PP quieren que el servicio no se ofrezca desde Osakidetza?
También nos encontramos con que quien dice defender a capa y espada la sanidad pública como Bildu, ahora exige que se ofrezca un servicio privado en un ámbito donde no hay lagunas asistenciales y el servicio está perfectamente cubierto desde el sector público. Bildu habla de "drásticas privatizaciones en la sanidad vasca" y resulta que presenta una iniciativa parlamentaria para que un servicio deje de ofrecerse desde Osakidetza y se derive a un módulo que no deja de ser un negocio privado. Increíble. Formularía las siguientes preguntas a Bildu ¿Se están ofreciendo los servicios desde lo público? Sí o no. ¿Cuál es la apuesta de Bildu cuando un servicio se está prestando desde lo público? ¿Ofrecerlo desde lo privado, dependiendo de quién sea quien lo gestione? ¿Dónde está la coherencia entre discurso y acciones?
Nos encontramos también, con que quienes como el PP utilizan la excusa de la racionalización del sector público para imponer profundas reestructuraciones en la administración pública; que quienes son los adalides de los recortes en la sanidad pública, exigen que aquí en Euskadi se ofrezca un servicio privado que ya se oferta con mejor calidad desde Osakidetza. Pero del PP no nos extraña, pues sabida es su querencia por la privatización.
Es cínico que un partido tome una decisión, la ejecute y luego apoye lo contrario, sólo porque no gobierna, como es el caso de los socialistas. Es hipócrita que Bildu ,que se le llena la boca defendiendo a ultranza la sanidad pública, presente una iniciativa para que se concierte un servicio que ya se está ofreciendo desde Osakidetza. Es lamentable que el PP, que está practicando los mayores recortes en la sanidad pública de la historia, esté defendiendo que un servicio que hoy ya se presta desde lo público, se ofrezca también desde lo privado ¿Qué racionalización es esta? En cualquiera de los casos anteriores, evidente falta de coherencia.
La posición del Grupo Parlamentario de EAJ-PNV es clara: apoyar al consejero Darpón en la línea de la consolidación y mantenimiento de un sistema sanitario equitativo, público, universal y de calidad.