CREO que los responsables de la Cosa Pública Vasca (CPV), si es que alguno queda, deberían plantearse seriamente modificar la denominación con que se decidió expresar la Realidad Sociopolítica Vasca (RSV) durante el siglo pasado. Alumbraron en aquel entonces una CAPV que significa Comunidad Autónoma del País Vasco, pero pronto perdió una de sus letras, supongo que por ahorrar tinta y facilitar la pronunciación, y devino en Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Fue un error, admitámoslo. CAV puede ser muchas cosas, y la cosa vasca no aparece en primer lugar en la Wikipedia: gana el Campus Andaluz Virtual (CAV), seguido de la CAV que ya conocen, los Combustibles de Aceite Vegetal (CAV), el Club Atletismo Viladecans (CAV), el Centro de Artes Visuales (CAV) de un instituto de Buenos Aires y, en último lugar el Club Arquers del Vallès (CAV final), a cuyos miembros convendría no molestar porque van armados. Ante este evidente laberinto de siglas, que en nada beneficia al Futuro Vasco Consensuado (FVC), hay que abandonar el miedo y empujar a nuestros prebostes de la CPV hacia el cambio de denominación que apuntaba en las primeras líneas. Y sí, tengo una idea: propongo TAV, Territorio de Alta Velocidad. Tenemos a punto de caramelo la Y vasca -no queda mucho para conectar A Toda Hostia (ATH) Gasteiz, Donostia y Bilbao-, pero parece que esos serán los límites de la supervelocidad a medio plazo: no conectará ni con Francia ni con Navarra ni con Burgos. Así que mejor TAV que CAV, ¿no les parece?