RESULTA que el miércoles 20 fue el Día Internacional de la Felicidad. Así, a pelo. Copyright de Naciones Unidas. En esto de los días internacioneles, días mundiales, días universales y demás se nos ha ido un poco la pinza. Hasta el punto de que el calendario no da de sí. Por ejemplo, el Día Internacional de la Felicidad coincide con el Día Mundial del Sueño. Mi biorritmo algo me dice de que ambos conceptos pueden estar relacionados. En fin, celebramos el día de todo; que no me parece mal, hay muchas causas que, si no fuera por estas citas no aparecerían en público, ni siquiera un día al año. La cosa empieza a desbarrar un poco cuando marcamos en rojo en el calendario el Día del Orgullo Friki (25 de mayo, apunten por si acaso), el Día del Orgullo Zombie (4 de febrero), el Día de Europa (9 de mayo, especialmente esperado este año en Chipre) o el Día Mundial de la Población (1 de julio), que es ya el recopón de la baraja, como celebrarlo todo el mismo día. Pero me he puesto a curiosear un poco y resulta que este jueves 21 simultaneamos el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, el Día Forestal Mundial, el Día Europeo de los Archivos, el Día Mundial de la Marioneta y el Día Mundial de la Poesía. Y aquí me paro. Cantaban Golpes Bajos allá por comienzos de los ochenta aquello de malos tiempos para la lírica pero creo que, pese a todo, en estos tiempos oscuros la poesía es un refugio y un revulsivo para el alma. Imposible elegir uno. Hoy, en este momento, quizá unos versos de Alberti: "¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar!".