predicando con el ejemplo. Los eurodiputados rechazan en una votación una serie de enmiendas de los grupos de la izquierda que proponían congelar los salarios y reducir los vuelos en primera clase. ¿A quién se le ocurre la peregrina idea de que sus señorías europeas acepten no subirse los sueldos y renuncien a limitar los viajes en primera clase? Por Dios...
Cuatro colgados de la Izquierda Unitaria Europea y de los Verdes (ningún español entre ellos, como es lógico) lo plantean y el resto despierta de su siesta, pliega periódicos y revistas, abandona un rato la consola y comienza a descojonarse. Bastante es que, en un titánico esfuerzo, sólo incrementen el presupuesto un 2,3% con respecto al periodo anterior, teniendo en cuenta el precio al que se han puesto los cubatas en los aviones. ¿Qué más da que los ciudadanos de la Unión sufran congelaciones y reducciones en sus salarios y pensiones? Los inquilinos del Parlamento Europeo no están dispuestos a perder un solo euro de lo que cobran por realizar vaya usted a saber qué faena, y ni mucho menos desplazarse mezclados con la plebe ignorante y miserable.
El Parlamento Europeo contará el próximo año con 1.725 millones de euros de presupuesto; una austera cantidad con la que estos esforzados y esforzadas se verán obligados a sobrevivir, desarrollando un impresionante y fructífero trabajo jamás considerado y mínimamente remunerado. 12.000 euros al mes dan para muy poco, apenas para comer, tienen que hurgar penosamente entre las basuras, vivir en la indigencia.Además, ¿qué es eso de que los vuelos que duren menos de cuatro horas sean en turista, para ahorrar? A ver si sólo van a poder disfrutar del avión los griegos y los rumanos, que los demás no tienen la culpa de que estos desgraciados vengan de tan lejos. O todos moros o todos cristianos.
Me entran arcadas sólo con leer la noticia. La casta política en su esplendor, luciendo su humanidad y desafiando a la paciencia y a la razón. Esperpentos prescindibles, sobrantes del sistema a los que hay que mantener sí o sí, sin el derecho a la objeción. Desconocen el significado de términos como dignidad, solidaridad y justicia. Estrasburgo es un buen sitio donde comenzar a eliminar gastos inútiles?
Tomás Salinas García