RECIENTES estudios publicados sobre la situación de los jóvenes en el mercado laboral vasco nos dibujan un mapa de chicos y chicas bien preparados académicamente (46,6% con estudios superiores y 40,4% con estudios secundarios), siendo los de estudios superiores los que los han compatibilizado con prácticas en empresas (71,2%). Por otro lado, tanto el porcentaje de temporalidad en la contratación como el de los que no llegan a mil euros de salario se acerca al 50%. En Euskadi, nos encontramos además con que sólo una de cada cuatro personas jóvenes trabaja en el caso de las menores de 20 años, o cuatro de cada diez en el de menores de 25 años.
Pero hay que recordar que además de datos existen contextos y éste nos recuerda que la reforma laboral que provocó la última huelga general está siendo un fracaso con mayúsculas. No ha logrado crear empleo y sigue haciendo que los jóvenes nos convirtamos en auténticos paganos de la crisis económica. De hecho, en los más de seis meses que lleva en vigor se ha reducido la contratación indefinida y elevado la temporalidad; es decir, todo lo contrario de lo que se pretendía con su aprobación.
Por todo ello, CCOO Gazteak ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas en apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular por el Empleo Estable y con Derechos ante el Congreso para que se modifiquen los aspectos más lesivos de esta reforma.
Si la crisis ha mostrado su peor cara con las personas jóvenes, los efectos de la reforma laboral no han hecho sino empeorar su situación en el mercado laboral. La tasa de actividad al final de 2010 era del 39,08% entre los menores de 25 años, casi cuatro puntos menos que en 2007, justo al inicio de la crisis. La EPA nos da en 2010 una pérdida de 15.700 personas ocupadas en la franja de edad de los 25 a los 34 años; por encima de esa franja, la ocupación se mantiene o incluso aumenta ligeramente. Es decir, que el grueso de la ocupación que ha desaparecido tras la reforma laboral correspondía fundamentalmente a personas jóvenes. El mayor incremento del número de parados se produce en la franja entre los 25 y los 34 años (7.500 parados más en el segundo semestre).
Cada día constatamos que detrás de las cifras hay una realidad -y más cuando hablamos de las personas jóvenes- llena de anhelos, esperanzas y sueños. A través de nuestro trabajo diario, y ahora a través de la ILP presentada, queremos cambiar los contextos para que un día los datos dibujen panoramas más alentadores y queremos animar a la gente joven a contribuir de algún modo a que no nos dejen aquí sentados, mirando cómo nos matan los sueños.
Santi Martínez
Secretario de Juventud de CCOO Euskadi