Hace años cuando nuestra ciudad no era la capital del País Vasco, ni declarada ciudad verde, en ocasiones se referían a ella como Victoria y pensábamos que ello había sido felizmente superado y se la conocía ya como Vitoria-Gasteiz o por lo menos como Vitoria. Pues bien, la realidad nos demuestra que la denominación Victoria no ha sido superada en algunos ámbitos, y no me refiero a espacios ajenos o distantes de nuestra realidad. En esta ocasión ha sido en Donostia donde se ha incurrido en esta anomalía, y no ha sido en una conversación más o menos informal o con personas alejadas de nuestro entorno. Fue en el Kursaal con ocasión de unas jornadas gastronómicas a las que tuve oportunidad de asistir y en la tarjeta que debíamos portar para el acceso junto al nombre personal y el del bar o restaurante por el que venías figuraba en dicha identificación (que todavía conservo) el lugar, en este caso Victoria.

También en RENFE cuando llegamos a la ciudad, la megafonía (cuando funciona) anuncia la llegada a la estación en euskera y castellano, refiriéndose a Gasteiz en el primer caso y Vitoria en el segundo, entendiendo que en euskera es Gasteiz y Vitoria en castellano.

Al hilo de este comentario quizás convendría recordar que el nombre oficial es Vitoria-Gasteiz y no al revés Gasteiz-Vitoria, como hasta hace no mucho figuraba en algún lugar como la estación de RENFE.

Si queremos que nuestra ciudad sea ampliamente conocida y visitada, parece lógico que lo primero de todo debemos encarar su nombre correctamente y en particular dentro de nuestra Comunidad Autónoma. Si falla aquí la correa de transmisión, mal podremos pedirlo en otros puntos geográficos.