CREO, así me lo enseñaron al menos, que la base de una democracia es que las ideas se defienden con la palabra y que ley es igual para todos. No me voy a enrollar en proclamaciones teórico-políticas ni voy a entrar en estrategias o litigios internos que pueda o no tener el PSE-EE. A mí, que el Parlamento Vasco debatiera -ya no hablo de aprobar- una iniciativa en la que se desea "que Sortu se halle en condiciones de evidenciar que puede ser una formación política legalizada", me parece intachable; que el texto "celebre" que "la izquierda abertzale se haya decidido al fin a empezar a rechazar explícitamente la violencia" entiendo que pueda ser motivo de matices en la dialéctica política, aunque el fondo del asunto creo que es una evidencia. Totalmente de acuerdo señor López: ya basta de "jugar todo el día a poner una condición diferente", de que la política se dedique a estirar las leyes -leyes que en este caso parten, a mi humilde y personal modo de ver, con la tacha de haber nacido para aplicarse a un sujeto concreto- para acomodarlas a las circunstancias y sugerir a los tribunales qué han de hacer. No entiendo el zapatiestos que ha montado el PP. Porque si se leen los seis puntos de la proposición verán como son una retahíla de loas a la política antiterrorista ejemplificada en la Ley de Partidos y una defensa de la independencia de la Justicia y de la legitimidad del actual Parlamento Vasco. Y tampoco entiendo que el PSE no haya tardado ni 24 horas en recular. Sabiendo como seguro sabían que al PP la iniciativa no le iba a hacer demasiada gracia, para este viaje igual era mejor no llevar alforjas.