La jugada del consejero Iñaki Arriola es de notable. Plantea, sin consultarla con nadie, una ley de Vivienda con gestos progres pero vacíos de contenido, luego su socio preferente del PP se la hará guardar en el cajón para no molestar al sector inmobiliario y el consejero del PSE queda de bueno en plan no me han dejado, pero sin gestionar ni aprobar absolutamente nada. Otro bluf, en definitiva, del Gobierno de Patxi López.