El sindicalismo en general y el vasco en particular están en la edad de piedra. Porque siguen utilizando instituciones como la huelga general que pertenecen a otro tiempo y porque el lanzamiento de piedras, las barricadas, ese heroísmo de trinchera están bastante pasados de moda. Hay que trabajar más años porque vivimos más, porque nos incorporamos más tarde al mercado laboral y porque los trabajadores en activo cada vez tenemos que mantener a más pensionistas. Creer que esta medida es un ataque a los derechos de los trabajadores es no tener ni idea de matemática pura y dura (...). O reformamos el sistema, en este caso alargando el periodo de cotización, o esta Europa rica y solidaria en la que vivimos terminará hundida en el fondo del océano, eso sí, con los derechos intactos de los trabajadores.
