EL pasado jueves día 20, leí unas declaraciones que el ministro Ramón Jáuregi había realizado a la revista Vanity Fair, en las que afirma que si él fuera presidente del Frente Polisario "no despreciaría la opción autonomista para el Sáhara, en lugar de llevar 30 años en tiendas de campaña". Añade que esa organización "debería explicar alguna vez, ante su propio pueblo, por qué no le gusta la opción autonomista". Como decía aquél, "pa mear y no echar gota". Quizás a Ramón Jáuregi nadie le hizo conocedor de las penurias que muchos antiguos socialistas pasaron durante el franquismo, eligiendo ser fieles a sus ideales antes que asumir la democracia orgánica del dictador. Tenían dos opciones: vivir con comodidad y hacer la ola al gallego o penar en la cárcel. Optaron por lo que creyeron más justo.
Transcribo palabras de Felipe González: "El pueblo saharaui va a vencer en su lucha, no sólo porque tiene la razón, sino porque tiene la voluntad de luchar por su libertad. Para nosotros no se trata ya de derechos de autodeterminación, sino de acompañaros en vuestra lucha, hasta la victoria final. A medida que nuestro pueblo se acerca a la libertad, será mayor y más eficaz el apoyo que podamos prestar a vuestra lucha. Sabemos que vuestra experiencia es la de haber recibido muchas promesas nunca cumplidas. No prometemos algo, sino que nos comprometemos con la historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final". En fin, era un 14 de noviembre de 1976 y el implacable sol de los campamentos de Tindouf seguro que calentó la cabeza del sevillano más de lo aconsejable. Bien es cierto que eran los tiempos del PSOE republicano y reivindicativo de la autodeterminación para Euskal Herria. Hoy se ha vuelto hogareño; renegó de sus convicciones marxistas, abrazó la monarquía e incluyó a la totalidad del independentismo vasco entre los proetarras. En resumen, dejó las tiendas de campaña y se instaló en palacete con jardín, piscina, batín y pantuflas. Vive bien a la sombra de la corona. Menudo chaquetazo.
"Los saharauis sí que han sufrido una ocupación ilegítima y brutal por parte de Marruecos; han sido perseguidos, encarcelados, torturados, desaparecidos y asesinados por parte de la policía y del ejército de la dictadura alaui. Mohamed VI ejerce, sobre un territorio que no es el suyo, un control ilegal que sostiene con el apoyo de la actual diplomacia española", como afirma el parlamentario del PP Carmelo Barrio en una colaboración para DNA publicada el pasado día 15.
Imagínese, ministro: el PP adelantándole por la izquierda y usted ahí, en el carril de la derecha, agarradico al volante, en tercera y sin atreverse a meter una marcha más. Un papelón, don Ramón.
Joseba Pérez Suárez