El pasado 4 de enero me dirigí a la comisaría de la Policía Municipal en Agirrelanda a preguntar, como ciudadano, cómo podía interponer una queja contra dos agentes. El agente que se encontraba en una sala acristalada y que en su parte superior reza Información, se levantó de su cómoda silla para contestarme:

- Yo no recojo ninguna denuncia contra mis compañeros, sería tirarme piedras sobre mi propio tejado.

- Pero sabrá al menos dónde la puedo interponer...

- Igual en los centros cívicos? De todos modos ¿a qué viene tu queja?

- Es sobre cómo dos agentes redactaron un atestado en un accidente de tráfico que sufrí cuando volvía a mi casa en moto. El conductor de un coche intentó arrollarme y sacarme de la carretera, me adelantó y una vez delante frenó reiteradamente hasta que colisioné contra él y para rematar salió de su vehículo con intención de agredirme. Me negué a realizar el parte y llamé a la Policía para que quedara constancia de lo ocurrido, pero mi sorpresa es cuando me llega el atestado a casa y no leo nada de lo que les conté a los agentes, y por eso quiero poner una queja.

El agente, que se le empieza a cambiar la cara, me contestó de una forma muy prepotente:

- No, los agentes han hecho bien su trabajo y usted no es quién para poner en duda su buen hacer.

- ¿Usted conoce a todos los agentes? ¿No se han equivocado nunca?

- No, búscate la vida y no me cuentes historias.

Le miré alucinado, retrocedí un paso y señalando el cartel que reza Información le contesté:

- ¿A quién se lo voy a contar? Usted es un agente municipal y se encuentra en un puesto de información.

A lo que el amable agente, bajo las risas de sus compañeros que andan por allí, sentándose de nuevo en su cómoda silla y señalándome la salida con el dedo, terminó diciéndome:

- Yo no estaba allí.

¿Alguien puede explicar por qué hay un puesto de información en Agirrelanda si cuando vas a informarte y explicar un problema, te dicen "no me cuentes historias", te hablan prepotentemente y te mandan a paseo en cuanto pones en duda la actuación de algunos de sus agentes? ¿Para qué pagamos a esos dos agentes cómodamente sentados en una oficina de información si no quieren que les molesten?

La queja la puse en un centro cívico, pero en vez de una puse dos.