me cuenta un colega que circunstancialmente ha tenido que hacer un estudio más o menos pormenorizado sobre la comunicación política que, tras dedicarse una temporada a zapear en prensa, radio y televisión entre el diario La Gaceta, Radio Intereconomía, El Mundo, Antena 3, Veo TV, elconfidencial.com, la mismísima sacrosanta Cope u otras cabeceras de esta misma ralea -el sindicato del crimen, como la bautizó en su día el consejero delegado de otro no menos altanero grupo mediático-, ha descubierto que esta congregación no es tan monolítica como parece. Que conviven en su seno dos sensibilidades diferentes: los que dicen que todos los males son culpa de Zapatero porque sí y los que lo argumentan. Algo parecido pasa con nuestro particular sindicato local. Patxi Lazcoz ha recibido virulentas críticas porque la superficie del parque de Arriaga se verá afectada por la futura Estación Intermodal en un 1,9% más de lo previsto -es decir, teniendo en cuenta sus 18 hectáreas en total, el incremento sería el equivalente no a un campo de fútbol, sino a poco más del área de meta-, lo que convierte a Javier Maroto en un radical ecologista dispuesto a desafiar al desarrollismo por un palmo de zona verde al estilo de Dani Cohn-Bendit, una comparación que, si les digo la verdad, le sienta como a Cristo dos pistolas. El alcalde gasteiztarra también ha recibido la dura censura de Maroto el Rojo porque... en Vitoria nieva. Quizás Lazcoz necesite ahora una oposición que, además de atribuirle todas nuestras calamidades, lo argumente.