Querida Aminetu: el mundo ha contemplado estas semanas con admiración la firmeza de tus convicciones, la entereza de tus principios, la justicia de tu causa, la dignidad de tu lucha. Pensamos que es suficiente, Aminetu, y que tanto tu pueblo como aquéllos para los que representas un ejemplo, así como tus propios familiares y amigos, necesitan más tu vida que tu recuerdo.

Igualmente, los activistas de Derechos Humanos han tomado ejemplo de tu lucha, pero necesitan que sigas con ellos día a día. Es cierto que los mártires sirven de inspiración a los movimientos, pero a estas alturas la historia está sembrada de mártires y lo que necesitamos es que los ciudadanos tomen conciencia de los problemas. Esto ya lo has conseguido con tu lucha. Pedimos a todo el que pueda llegar hasta Aminetu que haga suyo este mensaje y se lo transmita, poco después de poner fin a su huelga de hambre, y pueda iniciar cuanto antes su restablecimiento.