Está la actualidad informativa cargadita de temas sobre los que polemizar en la barra del bar a las horas más dispares. Por ejemplo, la Conferencia Episcopal se queja de que el Gobierno español no cumple sus acuerdos con la Iglesia en cuanto a la asignatura de Religión. Ni idea. A mí personalmente, y por decirlo finamente, me preocupa más bien poco la asignatura de Religión (católica-apostólica-romana, debería añadirse). Vamos, que en esta denuncia del señor Rouco Varela sobre lo "discriminada" que está la asignatura de Religión lo que me parece más interesante es el debate de fondo: ¿discriminada? ¿su religión o el resto? ¿No era éste un Estado aconfesional? Me pasa un poco lo mismo con el nombramiento del nuevo obispo de San Sebastián, que no tenía el gusto, pero hay que joderse que a estas alturas de la película se abra todo un debate socio-político-institucional sobre un nombramiento eclesiástico; aunque claro, aquí la Iglesia sigue pintando mucho en lo público, aunque lo de al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios date de hace un par de milenios. Hablando del César, la edición italiana de la revista Rolling Stone ha elegido a Silvio Berlusconi estrella de rock del año porque "los Rod Stewart, Brian Jones y Keith Richards en su tiempos de oro eran sólo unos novatos en comparación con él". Pues ahí sí, totalmente de acuerdo, no se puede añadir nada más. Hablando de rock&roll, Zapatero dice que "la recuperación se ha iniciado" y Trichet apunta que el futuro de España pasa por "la flexibilidad salarial".
