¿Qué fue de Txumari Alfaro, el naturópata que triunfó con los remedios de la abuela?
El que fuera uno de los rostros más famosos (y también polémico) de la televisión en los años 90 con el exitoso programa ‘La Botica de la Abuela’, sigue en activo en la medicina naturista, la acupuntura y la homeopatía
Puede que a muchos de los lectores les suene extraño, pero hubo un tiempo, concretamente en los años 90, en el que la televisión matutina era sinónimo de programas relacionados con la cocina, salud, bienestar y consejos varios. Nada de cotilleos, ni de humor, ni de tertulias políticas. Aquel fue el caldo de cultivo ideal para que un por entonces desconocido Txumari Alfaro se hiciera un hueco en la pequeña pantalla.
Son muchas las personas que creen que el programa pionero en este ámbito fue el mítico Saber vivir, que aún sigue en antena en las mañanas de los fines de semana en La 1 y que arrancó con el histórico Manuel Torreiglesias al frente. Pero no, Saber vivir no fue el primero; en 1996, un año antes, comenzaba a emitirse La Botica de la Abuela. Txumari Alfaro, que lo justo pasaba de la cuarentena por aquel entonces, era un naturópata que dirigía una famosa consulta desde hacía más de una década. Dedicado a la naturopatía, Txumari contaba con conocimientos de iridología, una disciplina que pretende diagnosticar a través del análisis del iris del paciente, y de acupuntura, una terapia tradicional china que emplea agujas en distintos puntos del cuerpo con la intención de aliviar dolencias.
Como cara visible de La Botica de la Abuela, se ganó rápidamente el favor del público. La receta era sencilla pero efectiva: un programa el que se daban consejos caseros para distintas dolencias habituales entre el público. Gontzal Mendibil estaba detrás del espacio como creador y director, y él fue capaz de dar forma a este nuevo concepto de televisión que buscaba llevar a la pequeña pantalla las pequeñas dolencias más comunes y los remedios más efectivos, pero también entrevistar a expertos médicos e introducir remedios naturales en diferentes formatos. El espacio alcanzó unas cuotas de audiencia de millón y medio de espectadores y una audiencia media de algo más del 27% de share. Una auténtica revolución. El equipo de La Botica de la Abuela lo conformaban 32 personas: documentalistas, biólogos, médicos y el presentador, Txumari Alfaro.
Nacido en la localidad navarra de Arguedas hace 72 años, cuando Txumari se asomó a la televisión dirigía una famosa consulta desde una década antes. Con titulación en naturopatía por el International College of Natural Health, fue pionero en el tratamiento de la salud natural desde finales de los 80. Se presentaba a sí mismo como un experto en remedios de medicina casera y natural, con grandes conocimientos en iridología, pero también en medicina tradicional china, como la acupuntura. De hecho, uno de los campos en los que Txumari Alfaro está especializado es la acupuntura regenerativa, que como el mismo explicó en una reciente entrevista a Onda Vasca, consiste en que “cuando pones una aguja en un tejido del cuerpo humano y le produces electroestimulación, esta aguja manda una información a la hipófisis, que hace de receptor-emisor y, al recibir la información de la aguja que está introducida en el tejido del cuerpo humano, la hipófisis le dice que regenere las células que están ahí”.
Tras el éxito conseguido en Televisión Española, el conductor del espacio se convirtió en uno de los rostros más deseados del momento, así que Antena 3 lo acabó fichando para que realizara una de las secciones estrella de Sabor a ti, el programa presentado por Ana Rosa Quintana. Lo cierto es que el formato funcionó con buenos resultados, así que la cadena se lanzó a darle un programa en solitario bajo el nombre de La botica de Txumari. Haciendo gala de aquella frase publicitaria de el ser humano puede ser impredecible… El espacio no resultó y tan solo consiguió estar cinco meses en antena.
Las polémicas más sonadas
Cuando cancelaron el programa lo fichó Telecinco, para probar la misma fórmula. Tuvo su sección en el matinal de la cadena, en aquellos momentos era A tu lado, presentado por Emma García. Los consejos de Txumari, así se llamaba su espacio, no duró mucho porque las audiencias no acompañaron. Llegado este momento, fueron varios los programas que intentaron recuperar la figura del naturópata, entre ellos los de La Sexta e Intereconomía. La primera cadena le dio un espacio en 2008 titulado Salud a la carta junto al cocinero Bruno Oteiza y la segunda le dio una sección. Ambos espacios no tuvieron mucho recorrido, pero en esta época protagonizó algunas de sus polémicas más comentadas.
En enero de 2003 saltaba la noticia de que La 2 de TVE recuperaba este espacio con 65 nuevos programas de la mano de Inés Almagro, que durante más de 12 años trabajó en una botica, y de Pedro Luquin, naturista-boticario.
Consejos ha dado muchos a lo largo de su carrera, y algunos de ellos llegaron acompañados de polémica, lo que provocó en más de una ocasión que medios y comunidades médicas expresaran públicamente su malestar. Se le acusó de ofrecer remedios basados en pseudociencias, como la urinoterapia o el hecho de asegurar públicamente en una conferencia que frente al cáncer no se debía hacer nada. Estos fueron dos casos especialmente polémicos, por los cuales fue criticado tanto por la comunidad científica como por la audiencia.
A vueltas con la urinoterapia
La urinoterapia fue un tema peliagudo desde el momento que salió a la palestra. Txumari aseguraba que consistía en aplicar orina de distintas formas para distintas dolencias. La forma más eficaz de hacerlo, según explicó en su momento, era beber un vaso de orina recién levantado y completamente en ayunas. Con esto aseguraba que se podía tratar los problemas de caspa. Las críticas no se hicieron esperar, y fueron muchos los profesionales que aseguraban que esas técnicas no tenían base científica.
Preguntado por este tema en Onda Vasca hace unos meses, aseguró que es una práctica que mucha gente realiza, “pero no lo dice porque socialmente no está bien visto”. La urinoterapia está más extendida en países como Dinamarca y Países Bajos, y Txumari Alfaro defiende sus beneficios: “La orina es en un 97,5% agua, un 0,5% de células descamativas y un 2% urea. Y, cuando la tomas después de haberla expulsado, es un autoinmunoregulador. Esto quiere decir que va a regular tu inmunidad, en caso de que tengas alguna alteración”.
No menos polémico fue cuando en una conferencia aseguró que para curar el cáncer no se debía hacer nada. Txumari Alfaro participaba en un congreso en Barcelona en 2018, con el título Un Mundo sin cáncer. Lo que tu médico no te está contando, cuando empezó a cuestionar la eficacia de los actuales tratamientos contra el cáncer y a poner en duda las opiniones de los médicos. “Mi hija tiene cáncer de mama, ¿qué hago ahora?”, preguntaba una madre preocupada en un congreso de naturopatía en Barcelona, y la respuesta del conferenciante fue del todo irresponsable: “Nada. Ahora la terapia consiste en no hacer nada”.
La comunidad médica y científica puso el grito en el cielo, y Txumari tuvo que salir a dar explicaciones. Aclaró que él no desaconsejaba seguir los tratamientos médicos y que todo había sido un malentendido. Ahí quedó la cosa. Despues de esto, Alfaro ha intentado dejar claro en varias ocasiones que promueve “la medicina paralela o complementaria, nunca alternativa”.
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