José Aguado, del Topero, se llevó la corona con una realización conceptual. El llamado La evolución de la cebolla, se basó en una original presentación de la planta herbácea, colocada sobre una copa de balón. En la parte superior se encontraba una gyoza, colocada en la base de una cebolla tierna recién cortada que emanaba aroma, donde quiso rendir tributo a un producto humilde muy característico de la huerta de la ribera tudelana. 

Verónica Fontespier, de La huerta de Chicha, preparando 'Gubia', el segundo premiado.

Los otros dos premiados fueron Verónica Fontespier, de La huerta de Chicha, llegada de la capital del Reino, que quedó en segundo lugar con Gubia, y en tercera posición quedó el vizcaíno Julen Pérez, del Kiska (Ermua) con su creación Raíces.

‘Raíces’, del Kiska (Ermua), quedó en tercera posición.

La mayoría de los participantes realizaron sus creaciones con vegetales, aunque alguno pudo emplear jamón o bacalao para acompañarlo ligeramente. 

El reto con el que se encuentra un chef al plantearse crear un plato en el que el único ingrediente sea del mundo vegetal es mayúsculo, ya que tradicionalmente estamos acostumbrados a aliñarlo con proteína como por ejemplo el jamón, sea en menestras o guisos monovegetales, donde el paladar popular recurre a esa referencia.

El jurado estuvo compuesto, en la presidencia, con el chef Javier Díaz Zalduendo, del restaurante Alhambra, así como con Jorge Ochoa de El Mercao, situado en la vieja Iruña ambos, Miguel de la Fuente, chef ejecutivo del Hotel Intercontinental de Madrid, Gabriel Ureta, coordinador responsable de congresos y eventos de Valladolid, ciudad que dispone de su propio concurso de pinchos y tapas que lleva realizándose un par de décadas, y un servidor.

‘Tostadica de ajo caramelizado’, de Luis Salcedo.

‘Tostadica de ajo caramelizado’, de Luis Salcedo.

Los participantes

Mauro Milagro, de La Catedral, presentó Mejanero, una tosta de alcachofa escabechada de un buen aroma, pero suave al paladar. Paul Compés, de La tahona de Paul, trajo Polcampo, donde unió acelga escaldada y crujiente con alcachofas ligeramente confitadas, espárrago, ajetes salteados y sal de jamón en un milhojas vegetal. José Ignacio Gordo, del Aromas de Rioja by Zenit de Calahorra, acertó visualmente con el trampantojo Calabaza en la bruma, realizado en un molde hecho en 3D, una adaptación del tomate nitro de Dani García, en forma del fruto, rellenos de queso Cameros de la zona riojana, nueces y espárragos tostados en forma de crema cubierto de manteca que explotaba en boca. 

Mauro Milagro, de La Catedral.

Mauro Milagro, de La Catedral.

Del Agora de Protos vino Borja Albuquerque, quien realizó el pincho Calaba-cin3, calabacín en cubo, que consistió en un ravioli hecho a base de cremas convertidas en papel rellenos de pisto y acompañados de brotes de pipa girasol y calabaza, así como sus encurtidos. Luis Salcedo, del Patio del Remigio tudelano, que dispone de su propia huerta y ha sido galardonado con la T de oro en la revista Tapas, defendió el trabajo de los hortelanos de la Ribera y presentó Tostadica de ajo caramelizado. La creación fue un bocado conceptual de una cabeza de ajo comestible de la variedad Cascabel, de la cercana Falces, untado en una tostada de pan de masa madre hecho por ellos, aceite de delta del Ebro y sal de Salinas de oro. El proceso realizado con la liliácea, consiste en introducirlo durante más de 100 horas en la Occo, una olla coreana que trabaja bajo presión.

‘Calabazas en bruma’, de José Ignacio Gordo.

Itoiz Urreta, del Árido, que se va a inaugurar en Tudela próximamente, trajo el Puerro del huerto, escapando de fusión de ingredientes del mundo, pero aprovechando sus técnicas. Su invento consistió en un mochi japonés de la popular verdura que se encuentra todo el año, realizado al vapor a base de una crema con la parte verde y un fermentado con el blanco, acompañado de una lasca de bacalao confitado.

La mallorquina Carmen Cuesta, del Atiborre de Logroño, homenajeó al espárrago blanco y verde con Binomio, con el que quiso recordar a los productores en su recogida e incluso se puso un frontal para recrearlo, en una original puesta en escena.

Itoiz Urreta prepara ‘Puerro del huerto’.

La tercera clasificada, Verónica Fontespier, de La huerta de Chicha, vino con Gubia, haciendo ofrenda al utensilio que emplean los agricultores en la extracción del espárrago, al que le hizo un empanado crujiente, acompañado con aromáticos.

Los hermanos del Kiska, asiduos a campeonato y ganadores de algunos como la de la Incubadora de restaurantes gastronómicos de Culinary Action!, trajeron Raíces y lo presentaron en la palma de una mano de porcelana. Consistió en un taco hecho de crutomat (tomate en polvo), perfectamente ovalado, con la dificultad que requiere, en el que cogiendo México como hilo conductor, lo rellenaron de un guacamole aliñado con vinagreta cítrica y una emulsión de pepino, albahaca e hierbabuena dando un resultado muy sabroso con un toque final picante muy equilibrado, agradable y persistente en boca.