La música no sería lo que es ahora de no haber sido por quienes llegaron antes. Y, al hacer memoria y recordar los nombres de quienes vinieron para hacerse un hueco en un mundo tan apasionante como complicado, es imposible no recordar uno muy concreto. Ma Rainey no era su verdadero nombre. Y sin embargo son muchas las personas que la siguen conociendo bajo el sobrenombre de La madre del blues, un merecido reconocimiento a toda una carrera en la música llena de grandes logros. Su nombre era Gertrude Pridgett, y nació allá por el año 1886 (aunque hay quien afirma que su nacimiento fue en 1882) en Georgia. 

Y el blues, cuyos orígenes se dice que se remontan a la llegada de los esclavos a Estados Unidos, fue la más poderosa de sus armas, que le ayudó a convertirse en la dueña de su vida y de su destino. Ya cantaba desde hacía varios años, pero no fue hasta el año 1902, cuando escuchó blues por primera vez, del que se enamoró y empezó a incluirlo en sus actuaciones. 

Pero el camino aún le deparaba grandes sorpresas. Algo más tarde conocería al artista William Pa Rainey, cómico, bailarín y cantante, con el que se casó y pasó a llamarse Ma Rainey. De esta forma, empezaron a actuar juntos y emprendieron una nueva aventura sobre los escenarios, para poco después unirse a los Rabbit Foot Minstrels.

Y uno de los aspectos más importantes de su historia lo comparte con la artista Bessie Smith, conocida como la Emperatriz del blues, la cantante de blues más conocida de los años 20 y 30. Y es que algunos biógrafos aseguran que Rainey secuestró a Smith para enseñarle a cantar. 

Pero de lo que no cabe ningún atisbo de duda es de que Rainey fue la verdadera madre del blues, y pionera en otros muchos aspectos. Tal fue su fuerza y su constancia, que aún hoy los amantes de la música recuerdan su repertorio, que puede encontrarse en algunas plataformas. Y si en algo fue precursora, sin ir más lejos, fue en que fue de las primeras artistas en acompañar el blues de piano o de orquesta de jazz, y de esta forma dio muestra de un blues muy urbano, además de que su música sirvió de inspiración para artistas que llegaron después, pero también para figuras de la época tales como Ethel Waters y Billie Holiday. También fue de las primeras en grabar sus canciones, llegando a grabar casi cien temas. A lo largo de su vida, llegó a conocer asimismo a artistas como el legendario Louis Armstrong, haciéndose un nombre, además de que pudo grabar con él y con Jelly Roll Martin, con quienes también actuó en el circuito de fiestas de Chicago. 

Canciones con mensaje

Pero, sin duda, lo más destacado de su música es la libertad con la que habla de la sexualidad en sus canciones, que en algunas letras hacen referencia a la bisexualidad. En ese sentido, existe una canción en su repertorio que, según se cuenta, hace alusión a un incidente producido en el año 1925, que provocó que Rainey fuera arrestada. ¿La razón? Encontrarse en una fiesta -que después sería considerada una orgía- con mujeres de su coro. Esto, según se cree, hizo que surgiera la canción Prove it on Me (Prueba conmigo), que en una de sus estrofas cuenta cómo “salí anoche con una multitud de mis amigos, debían de ser mujeres, porque no me gustan los hombres”. 

Unos años más tarde, en 1935, Rainey volvió a su ciudad de nacimiento, Columbus, Georgia, donde se cuenta que llegó a dirigir tres teatros, el Lyric, el Airdrome, y el Liberty Theatre hasta su muerte de un ataque al corazón en el 39, a la edad de 53 años (o 57, si se toma como referencia la fecha en la que algunos afirman que nació, en el 82), en Rome, Georgia. En 1983 fue admitida en el Salón de la Fama del Blues, y en 1990, en el Salón de la Fama del Rock ‘n Roll. “Ma Rainey puede no haber sido la primera mujer en cantar blues, pero bien podría haberlo sido”, puede leerse precisamente en el Salón de la Fama del Rock `n Roll, en unas palabras escritas por el periodista Chris Albertson cuando se produjo la incorporación de la artista. 

¿Sabías que...?  


La historia de esta leyenda de la música se cuenta en la película de Netflix titulada La madre del blues que cosechó varios premios. Esta ficción, que se ambienta en el Chicago de la década de 1920, cuenta cómo la tensión y la temperatura aumentan en el transcurso de una tarde de grabación mientras un grupo de músicos espera a la rompedora y legendaria madre del blues, Ma Rainey (interpretada por la oscarizada Viola Davis). Después de llegar tarde a la sesión, la orgullosa Ma mantiene un encarnizado pulso con su agente y su productor blanco por el control de su música. “Mientras la banda aguarda en la claustrofóbica sala de ensayos del estudio, el ambicioso corneta Levee (Chadwick Boseman) -interesado por la novia de Ma y decidido a dejar su impronta personal en la industria musical- desata en sus compañeros un torrente de historias que revelan verdades que cambian para siempre el curso de sus vidas”, cuentan desde Netflix. Se trata de una adaptación de La reina del blues, obra de August Wilson, ganador de dos premios Pulitzer, en un homenaje al poder transformador del blues y a los artistas que se niegan a que los prejuicios de la sociedad definan su valía.