El número de muertos y desaparecidos en el bombardeo israelí con aviones de combate contra una rotonda y un complejo residencial en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, aumentó este domingo a 87, así como más de 40 heridos, según el Ministerio de Salud gazatí.

Según sanidad, entre los heridos hay "casos muy críticos" y un número de víctimas continúan bajo los escombros, sin que puedan llegar a ellos los equipos de ambulancias y de defensa civil.

"El Ejército de ocupación israelí continúa una clara guerra de limpieza étnica, erradicación y exterminio", denunció anoche la Oficina de Medios del Gobierno en la Franja, controlado por Hamás, en referencia a este último ataque y a los 15 días consecutivos que Israel lleva asediando el norte del enclave palestino.

Israel "ha amenazado a hospitales y ha exigido a los equipos médicos que los evacuaran y abandonaran de inmediato". Además, impide la llegada de combustible, corta las comunicaciones y provoca así "una profunda crisis humanitaria".

En las últimas horas se ha producido otro ataque de drones israelíes contra las tiendas de campaña en las que se aloja la población desplazada dentro de las instalaciones del Hospital Al Awda de Yabalia, también en el norte de la Franja de Gaza, y además han atacado directamente a una ambulancia, informa WAFA.   

El ejército israelí niega las cifras de víctimas

Sin embargo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han asegurado que las cifras publicadas por el Gobierno gazatí "son exageradas y no coinciden" con la información de la que dispone el Ejército israelí.

Las FDI han defendido asimismo que la suya ha sido una actuación realizada con "armas exactas" que ha impactado con "precisión" contra "un objetivo terrorista" de Hamás.

Así las cosas, las tropas israelíes han instado a los medios de comunicación a "tener cuidado con la información publicada por funcionarios" del Movimiento de Resistencia Islámica y han reiterado que "las FDI actúan de manera precisa y selectiva, haciendo todo lo posible para evitar atacar a personas no involucradas".   

Al Fatá acusa a Israel

Por su parte, el Movimiento Nacional de Liberación de Palestina (Al Fatá) ha responsabilizado "plenamente" al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de la "sangrienta masacre" en Beit Lahiya.

"El crimen de la ocupación, que ha tenido como objetivo a niños y mujeres, es parte de una serie criminal sionista de desplazamiento de nuestro pueblo que no ha cesado desde el comienzo de la ocupación", ha apostillado el movimiento del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en declaraciones recogidas por Wafa.

Al hilo de esta agresión, Al Fatá ha denunciado que los "crímenes" de Israel --especialmente su "brutal agresión" en la Franja de Gaza-- forman parte de "una guerra organizada de exterminio dirigida por el Gobierno de extrema derecha de Israel con el mayor odio" y ha apelado a la comunidad internacional para que "se detenga ante el genocidio israelí".

El último balance oficial eleva a 42.519 las muertes documentadas y a 99.637 el número de heridos desde el inicio de la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza, el 7 de octubre de 2023. Esta campaña del Estado hebreo es en represalia al ataque de milicianos gazatíes que ese día irrumpieron en territorio israelí y mataron a unas 1.200 personas.