El Ejército de Israel ha lanzado durante las últimas horas nuevos bombardeos contra "decenas de objetivos" del partido-milicia chií Hezbolá en "múltiples áreas" en el sur de Líbano, un día después de que una extensa oleada de ataques aéreos contra el país dejara cerca de 500 muertos y más de 1.600 heridos. Israel lanzó este lunes el ataque más mortífero sobre su país vecino de los últimos 30 años.

El ejército israelí justifica sus ataques afirmando que los bombardeos han ejecutado sobre objetivos que Hezbolá utilizaba para almacenar material de guerra y explosivos, además de zonas desde las que la milicia chií ha lanzado cohetes sobre territorio de Israel.

Durante la noche y la madrugada de este martes, Hezbolá ha lanzado una veintena de proyectiles contra posiciones militares de Israel y una fábrica de municiones en respuesta a la intensa campaña de bombardeos realizada por el Ejército israelí la jornada anterior, que se saldó con 492 muertos, al menos 24 de ellos niños, unos 1.600 heridos.

Además, los ataques dejan la imagen de miles de personas huyendo, abandonando sus casas hacia zonas más seguras, y convirtiéndose en desplazados internos para intentar salvar la vida después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidiera este lunes en un mensaje de vídeo a los ciudadanos del Líbano mantenerse fuera de "la zona de peligro" y evacuar las áreas del este y sur del país que Israel está bombardeando.

De los más de 113.000 desplazados internos que la ONU había contabilizado hasta ahora en casi un año de violencia en el Líbano, la gran mayoría estaban siendo acogidos por familiares o se habían asentado en residencias y viviendas de alquiler. En las últimas horas se han tenido que habilitar colegios e institutos en varias zonas del país para acoger a los desplazados que huyen principalmente hacia el norte y el oeste del país, así como hacia Beirut, pese a que los suburbios sur de la capital del Líbano tampoco se ha librado de un ataque de "precisión" israelí.

Advertencias contra ataques a civiles

La misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) advirtió de que los bombardeos de Israel, que han afectado a miles de civiles y forzado su desplazamiento, "no solo son violaciones del derecho internacional, sino que pueden constituir crímenes de guerra".

"Cualquier nueva escalada de esta peligrosa situación podría tener consecuencias devastadoras y de gran alcance, no solo para quienes viven a ambos lados de la Línea Azul (la divisoria entre el Líbano e Israel), sino también para la región en general", advirtió la misión de paz en un comunicado.

Condena internacional

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, expresó este lunes preocupación por la escalada de tensiones entre Israel y el Líbano e instó a los líderes reunidos esta semana en la ONU a mediar para evitar "una guerra completa".

El jefe de la diplomacia europea mantuvo este lunes reuniones informales con los cancilleres europeos en los márgenes de la Asamblea General, en Nueva York, y dijo que un tema central fue el intercambio de fuego entre Israel y Hizbulá y la incapacidad del Consejo de Seguridad para "tomar decisiones".

Los ministros de Exteriores del G7 reunidos al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York advirtieron este martes de que "las acciones y contrarreacciones corren el riesgo de magnificar esta peligrosa espiral de violencia y arrastrar a todo Oriente Medio a un conflicto regional más amplio con consecuencias inimaginables".

En una declaración del ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, como representante de turno del G7, se pide poner fin al "actual ciclo destructivo", y se subraya que "ningún país saldrá beneficiado de una mayor escalada en Oriente Medio", tras los bombardeos lanzados por Israel contra el Líbano, en los que murieron casi 500 personas.