Un antiguo jefe de una unidad de la Guardia Costera de Libia considerado como uno de los traficantes de personas más buscados del país murió tiroteado el domingo en la capital, Trípoli, sin que por el momento hayan trascendido detalles sobre quién estuvo detrás del ataque.

Abdelrahman al Milad, conocido como 'Al Bidya' y quien estuvo al frente de una unidad de la Guardia Costera en Zauiya (noroeste) y sobre el que pesan sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, fue tiroteado por personas no identificadas.

El primer ministro de unidad de Libia, Abdul Hamid Dbeibé, ha expresado este mismo lunes su "gran tristeza" por "la atroz operación" contra Al Milad y ha afirmado en su cuenta en la red social Facebook que ha ordenado una operación para esclarecer el suceso.

"He ordenado al Ministerio del Interior y a las autoridades competentes que abran una investigación urgente en torno al ataque", ha manifestado, al tiempo que ha ensalzado que Al Milad "hizo esfuerzos encomiables para rehabilitar la Academia Naval" y participó en tareas para la "reconciliación" en Zauiya.

Por su parte, Abdulá al Lafi, miembro del Consejo Presidencial libio, ha remarcado en su cuenta en Facebook que los responsables del ataque "no escaparán a su castigo" y ha achacado su muerte a "manos traicioneras".

Sanciones de la ONU y EEUU

El hombre era una figura controvertida en el país por su presunto papel en el tráfico de personas en Libia, lo que llevó a la ONU y a Estados Unidos a imponer sanciones contra él en 2018.

Posteriormente, combatió en Trípoli junto a las fuerzas leales al gobierno de unidad frente a las tropas encabezadas por el general Jalifa Haftar, alineado con las autoridades paralelas con sede en el este del país, tras lo que fue detenido después de que la Fiscalía emitiera una orden de arresto contra él por su presunto papel en una red de tráfico de personas.

Sin embargo, 'Al Bidya' fue liberado unos seis meses después, tras la llegada de Dbeibé al cargo de primer ministro a raíz de un acuerdo entre las partes en conflicto, por lo que las autoridades consideraron como "falta de pruebas" contra él, lo que permitió su regreso a la ciudad de Zauiya.

El Consejo de Seguridad de la ONU afirma en su página web que Al Milad estaba al mando de la unidad regional de la Guardia Costera en Zauiya, "relacionada constantemente con la violencia contra los migrantes y con otros traficantes de personas".

En esta línea, el grupo de expertos de la ONU indicó que tanto Al Milad como otros miembros del organismo estaban "involucrados directamente" en "el hundimiento de embarcaciones de migrantes utilizando armas de fuego", al tiempo que destacó que también colaboraba con "otros traficantes" de personas.

El país lleva años sacudido por una disputa que enfrenta a Dbeibé con las autoridades del este --que tienen en el presidente de la Cámara de Representantes, Aguila Salé, y a Haftar a sus hombres fuertes-- tras el aplazamiento en 2021 de las elecciones presidenciales, con numerosos grupos armados entre medias que buscan consolidar su poder en diferentes partes del país, incluida la capital.