El Gobierno de Bangladesh ha confirmado este domingo la muerte de al menos 147 personas durante las protestas contra el ya suspendido sistema de cuotas para funcionarios que desató la ira de movimientos estudiantiles al considerar que se trataba de un acto de discriminación.

La cifra confirmada por el ministro del Interior, Asaduzzaman Jan, coincide aproximadamente por la proporcionada durante los últimos días por los medios nacionales en medio de un 'apagón' de telecomunicaciones finalmente levantado este domingo.

El ministro incluye a manifestantes, agentes de Policía e incluso miembros del partido del Gobierno, la Liga Awami, aunque todavía no ha presentado un balance exacto que identifique uno por uno a los fallecidos, recoge el portal bangladeshí New Age.

Jan ha aprovechado para matizar que este balance tiene además carácter provisional y no descarta que aumenten en las próximas horas. Medios reconocidos como el diario 'Prothom Alo' elevan la cifra de fallecidos a 210.   

El ministro asegura que los opositores detenidos están bien

El ministro ha procedido a intentar despejar la preocupación de organizaciones humanitarias internacionales que temen actos de maltrato contra los, al menos, cinco cabecillas estudiantiles detenidos por la brigada de detectives de Daca, una sección acusada en el pasado de torturas hacia los arrestados.

El ministro, es más, ha asegurado que las detenciones se produjeron "por su seguridad". "Uno de ellos le dijo a su padre que estaba escondido para que no le mataran", ha asegurado el ministro, quien matizó que ninguno de ellos se encuentra bajo arresto. "Simplemente les estamos preguntando qué partidos o individuos les incitaron para dar este giro violento, y nos están dando respuestas".

"Están bajo nuestra custodia. Estamos evaluando su situación y, si determinamos que ya no corren riesgo, los liberaremos. Si la policía cree que están a salvo, los dejará ir inmediatamente. No los hemos arrestado formalmente", ha asegurado el ministro en declaraciones recogidas por el 'Dhaka Tribune'.

Preocupa especialmente el caso de Nahid Islam, de nuevo detenido por agentes de Policía de paisano mientras recibía tratamiento médico en el hospital precisamente por las heridas que, denunció su familia, le causaron los detectives durante su primera detención. Los familiares han acudido este domingo a la comisaría donde supuestamente está retenido otra vez pero no han conseguido entrar.