El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, inició hoy una visita de dos días a Ucrania para abordar con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y varios miembros de su gobierno el firme apoyo militar y político comunitario al país en vísperas del segundo aniversario de la invasión rusa.

"De regreso a Kiev para mi cuarta visita desde el inicio de la escalada de invasión rusa. Estoy aquí para discutir el firme apoyo de la UE a Ucrania, tanto en el aspecto militar como en su camino de reformas" en el proceso de adhesión al club comunitario, dijo Borrell.

Además de con Zelenski, Borrell tiene previsto reunirse con el primer ministro, Denís Shmigal, y los ministros de Defensa y de Exteriores, Rustem Umérov y Dimitró Kuleba, respectivamente, así como con los miembros de la Rada Suprema (Parlamento), donde pronunciará un discurso.

Compromiso de la UE

Con las autoridades ucranianas Borrell abordará especialmente los compromisos continuos de los Veintisiete con la seguridad del país, lo que implica que "sigamos suministrando munición", según dijo al anunciar su viaje el lunes en una rueda de prensa en Varsovia con el ministro polaco de Exteriores, Rados'aw Sikorski.

"Hemos coincidido en que no solo tenemos que apoyar a Ucrania el tiempo que haga falta, sino en lo que sea necesario", recalcó el jefe de la diplomacia europea.

Zelenski ha pedido que los gobiernos de la UE se comprometan a destinar a la asistencia militar a Ucrania 5.000 millones de euros cada año hasta 2027. Los ministros de Exteriores del bloque se reunirán el 19 de febrero y entonces podrían llegar a un acuerdo sobre ese nuevo fondo.

Dudas con EEUU

El espaldarazo de la UE resulta especialmente relevante, más aun, tras las dudas levantadas sobre el futuro de la ayuda económica de Estados Unidos. A las puertas de que se cumplan dos años desde el inicio de la invasión rusa, el Congreso de EEUU ha desembolsado más de 110.000 millones de dólares.

Una cuantía que voces republicanas reclaman que no vaya a más y se congele, cerrando el grifo a Kiev. Esta demanda se corresponde con los mensajes lanzados en los últimos días por Donal Trump, quien ha afirmado que si resultase reelegido como presidente estadounidense, resolvería la guerra entre Rusia y Ucrania "en 24 horas", sin explicar cómo lo haría.

Estas palabras han inquietado a Kiev, puesto que EEUU representa actualmente su principal apoyo militar.