El bebé Kfir Bibas, el rehén más pequeño de Hamás, cumple hoy un año en cautiverio después de ser secuestrado el pasado 7 de octubre en el kibutz Nir Oz con sus padres, Yarden y Shiri, y su hermano Ariel, de 4 años; todos ellos aún retenidos en la Franja de Gaza sin noticias sobre si están vivos o muertos.

Kfir, que fue secuestrado antes de cumplir nueve meses, y su hermano Ariel son los únicos niños que siguen cautivos dentro del enclave tras 104 días de guerra desde ese 7 de octubre, cuando Hamás cometió un ataque en suelo israelí que dejó más de 1.200 muertos y 240 rehenes.

"Es toda una vida para un bebé", afirmó en declaraciones a EFE Yosi Shnaider, primo de Shiri y portavoz de la familia Bibas, sobre el tiempo que Kfir ha pasado secuestrado.

"El cumpleaños más triste del mundo", anunció hoy El Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos, que ha organizado esta tarde en Tel Aviv un acto en homenaje a Kfir para demandar su liberación.

Varios niños sujetan carteles con las imágenes de la familia Bibas. EFE

En el evento, Yifat Zeiler, también prima de Shiri Bibas, criticó la posición de Netanyahu y su gobierno de que la fuerza militar es el mecanismo adecuado para la liberación de los cautivos en Gaza.

"Asegurémonos de que nadie pueda decirnos, por encima de nuestras cabezas y a expensas de nuestros seres queridos, grandes lemas de que sólo la acción militar liberará a los rehenes", dijo Zeiler.

En el acto, las familias de los cautivos también reiteraron de nuevo la presión para que el Gobierno israelí consiga liberarlos y aseguraron que "cada momento que pasa pone en riesgo su vida".

Hamás anunció que la familia murió

El brazo armado de Hamás, las Brigadas al Qasam, anunciaron el pasado 29 de noviembre que la madre Shiri Silberman Bibas, de 32 años y de origen argentino, y sus dos hijos Ariel y Kfir habían muerto en un bombardeo del Ejército israelí sobre la Franja, pero no aportaron ninguna prueba al respecto.

Pocos días después, publicaron un vídeo de Yarden Bibas, de 34 años -quien aparentemente pasaba su cautiverio separado del resto de su familia- en el que le pedía al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que pusiera fin a la guerra para que él pudiera reencontrarse con su mujer e hijos.

"De alguna manera puedo sentir que siguen vivos. No puedo explicarlo, pero es lo que siento. No tengo otra opción", señaló Shnaider.

Casi dos meses después, el Ejército israelí no ha podido verificar esa información, algo que sí ha ocurrido con otros rehenes que las milicias islamistas han dado por muertos, por lo que nadie de la familia argentino-israelí Bibas figura en la lista de los 27 rehenes que se creen fallecidos en cautiverio de los 136 que aún permanecen en la Franja.

Sin embargo, el hecho de que la madre y los dos menores no fueran liberados durante la tregua de una semana en noviembre hizo levantar sospechas sobre si estaban o no vivos. También se especuló sobre la posibilidad de que estuvieran en manos de otros grupos con los que Hamás no había podido entablar contacto.

En esa tregua, entre el 24 y 30 de noviembre, Hamás liberó a todos los menores que mantenía secuestrados, la mayoría de ellos con sus madres, entre el total de 105 rehenes que fueron entregados en canje por la excarcelación de 240 presos palestinos.