El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, se ha mostrado "impactado" por la "pasividad" con la que la comunidad internacional sigue sin responder a las incesantes muertes de migrantes y refugiados en el Mediterráneo, donde sólo este año han perdido la vida más de 2.300 personas.
Turk ha recordado que más de 600 personas fallecieron en junio en un naufragio al sur de Grecia y considera "evidente" que tanto en Europa como en otras rutas migratorias "muchos más migrantes y refugiados están muriendo sin que se tenga constancia", pese a los esfuerzos de la ONU para recabar datos.
Túnez y Libia
La mayor parte de las pateras que parten rumbo al sur de Europa salen desde Libia y desde Túnez, dos países que habrían emprendido además "arrestos masivos y expulsiones colectivas", ha advertido Turk, "alarmado" por las violaciones de los Derechos Humanos que se estarían cometiendo.
En este sentido, ha cifrado en al menos 28 los migrantes que han perecido en áreas desérticas cercanas a la frontera entre Libia y Túnez, después de que las autoridades de este último país abandonasen a su suerte a unas 2.000 personas. "Pido que se apliquen las directrices de Derechos Humanos, que benefician a los países de origen, de tránsito y de destino", ha reclamado durante un discurso en Ginebra.