China "ejerció presión" sobre Taiwán este sábado con unas maniobras militares que "rodearon la isla" en respuesta a la visita que realizó la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en Estados Unidos, informaron medios estatales chinos.

Los ejercicios, anunciados por el Ejército chino este mismo sábado, incluyeron el despliegue de "cohetes, misiles convencionales, navíos y aviones", recogió la cadena estatal CCTV.

Las maniobras se centraron en "la puesta a prueba de la capacidad de las fuerzas de lograr el control del mar, el aire y la información" bajo el "apoyo del sistema unificado de comando" para "crear una situación represiva en la cual la isla quede rodeada en las cuatro direcciones".

Entre el armamento movilizado hoy, figuran sistemas de lanzamientos de misiles PHL-191, un navío destructor 052C, buques Tipo 22 equipados con misiles y cazas J-10C, además de misiles balísticos convencionales DF-11, apuntó el rotativo local Global Times.

Despliegue de China

Los ejercicios comenzaron justo después de que Pekín los anunciara en la mañana del sábado local, lo cual "muestra la velocidad de despliegue del Ejército chino y la eficiente coordinación entre sus distintas secciones", declaró el experto militar Song Zhonping, citado por el diario.

Song señaló que el portaaviones chino Shandong "probablemente participe" en las maniobras, que se prolongarán hasta el lunes.

El Ministerio taiwanés de Defensa alertó el jueves del paso del Shandong por el Canal de Bashi -tramo que separa Taiwán de Filipinas.

El Shandong es el segundo portaaviones de China -el primero de fabricación nacional- y está en servicio desde 2022.

Reunión con EEUU

El Teatro de Operaciones del Este del Ejército chino notificó hoy la organización de maniobras militares alrededor de la isla, después de que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, se reuniese este miércoles en California con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy.

El portavoz del Teatro de Operaciones, Shi Yi, definió las maniobras como "una seria advertencia" contra "la provocación de las fuerzas separatistas" y una "acción necesaria para proteger la soberanía nacional y la integridad territorial" de China.

La situación recuerda a la vivida en agosto pasado, cuando la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, enfureció a Pekín, que respondió con maniobras militares alrededor de la isla a un viaje que describió como "farsa" y "traición deplorable".

Pekín considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra el ejército comunista.