- Rusia ha puesto a dos comandantes del Batallón Azov en la lista de busca y captura por haber atentado supuestamente contra la vida de al menos ocho soldados rusos en la región ucraniana de Jersón, según la agencia Interfax. Se trata de Serguéi Velichko y de Konstantin Némichev, según la misma fuente. Según Moscú estarían implicados en un atentado contra la vida de al menos ocho soldados rusos en la región de Járkov, en el sur de Ucrania. Tanto Kiev como Moscú exigen juzgar e incluso imponer la pena de muerte a los “criminales de guerra”, término con el que algunos diputados califican a los miembros del Batallón Azov.
La Batallón Azov ha mantenido el grueso de la defensa ucraniana de la acería de Azvostal en Mariúpol y la Fiscalía rusa ha iniciado las gestiones para calificarla como “organización terrorista”.
El Kremlin se mostró ayer “absolutamente convencido” de la “liberación” del Donbás y de la desmilitarización de los territorios aledaños en el este de Ucrania, después de la rendición de casi todos los defensores de la acería de Azovstal en la ciudad portuaria de Mariúpol. “En primer lugar, al Donbás le espera la completa liberación de los territorios históricos. Estoy absolutamente convencido de que el ejército ruso y las milicias populares de Donetsk y Lugansk restablecerán las fronteras históricas”, dijo Serguéi Kiriyenko, subjefe de la administración presidencial, durante un acto con jóvenes talentos Nuevos Horizontes.
Kiriyenko subrayó que Moscú no se conformará con eso, ya que aspira a “desmilitarizar los territorios aledaños para que dejen de volar misiles y obuses sobre el territorio del Donbás”. “El futuro del Donbás lo decidirán sus habitantes. Estoy seguro de que tendrán esa posibilidad”, señaló.
Subrayó que Moscú logrará los objetivos que se marcó al inicio de la “operación militar especial” el 24 de febrero, aunque es consciente de que “a día de hoy no combate solo con Ucrania”.
“Contra nosotros combate un Occidente unificado, simplemente que en territorio de Ucrania y con manos ucranianas. Es una situación dramática, pero es así”, resaltó, a lo que sumó unas sanciones “sin precedentes” y una “increíble guerra informativa” por parte de las potencias occidentales.
Ridiculizó los planes occidentales de que después de dos meses de guerra el Kremlin tendría que afrontar protestas dentro del país en las que participarían millones de personas. “Ocurrió todo lo contrario. Tiene lugar un dramático incremento de la consolidación de la sociedad y del apoyo al presidente”, aseveró. Según Kiriyenko, la situación actual recuerda a la de 2014 tras la anexión de la península de Crimea, sólo que ahora en torno al “consenso del Donbás”.
Al anunciar su “operación militar especial”, el presidente ruso, Vladímir Putin, esgrimió como excusa la defensa de la población rusa del Donbás, pero desde entonces el ejército ruso ha abierto un corredor terrestre en el sur de Ucrania con el fin de enlazar territorio ruso con Crimea.
En casi tres meses de intervención militar, el ejército ruso está lejos de conquistar el Donbás, aunque está a punto de liberar completamente Azovstal, símbolo de la resistencia ucraniana en Mariúpol.
Las autoridades rusas han aprobado leyes para reducir al mínimo las críticas a la campaña militar en Ucrania, lo que ha provocado un incremento del exilio entre las personalidades más críticas con el Kremlin.
l Bombardeo de Azovstal. El continúo bombardeo ruso sobre Azovstal, en Mariúpol, en el sur de Ucrania, podría haber originado una filtración de sulfuro de hidrógeno al mar de Azov, una sustancia muy contaminante. Según aseguró ayer el ayuntamiento de Mariúpol en su canal de Telegram, la filtración podría incluso amenazar con la extinción de la fauna y la flora de las aguas del Azov, informó la agencia Interfax-Ukraine.