- Vadim Shishimarin, el primer soldado ruso que ha sido procesado en Ucrania por crímenes de guerra, se declaró ayer culpable de haber matado a un civil en su declaración en el tribunal de Kiev que le juzga, informó el medio ucraniano The Kyiv Independent.
Shishimarin, de 21 años, se declaró culpable de haber matado un civil ucraniano en la región de Sumy, en el norte de Ucrania, en un suceso ocurrido el pasado 28 de febrero, cuatro días después de haberse iniciado la invasión rusa del país, según las fuentes.
El militar es comandante de la unidad 32010 de la cuarta división acorazada de la Guardia Kantemirovskaya de la región de Moscú. Según la investigación de la fiscalía, el pasado 28 de febrero Shishimarin, de 21 años, mató a un hombre desarmado que iba en bicicleta por la carretera en la localidad de Chupajivka.
Tras un ataque del Ejército ucraniano la columna de la que formaba parte el comandante se había desbandado y el acusado, en compañía de otros cuatro soldados, se dio a la fuga en un vehículo civil incautado por la fuerza.
Al llegar a Chupajivka, se encontraron con la víctima, que iba hablando por teléfono, y Shishimarin le disparó a la cabeza con una ametralladora para evitar que les delatara a las tropas ucranianas.
Más tarde, el comandante fue capturado por las fuerzas de Kiev, y el pasado 4 de mayo el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) publicó un vídeo en el que confesaba haber disparado contra un civil.
Shishimarin se enfrenta a entre 10 y 15 años de prisión o a una pena de cadena perpetua si es condenado por los cargos de los que se le acusa, violación de las leyes de la guerra, en combinación con asesinato premeditado.
Por otro lado, un ciudadano ruso “partidario de los nazis ucranianos” fue detenido ayer en Kemérovo, Siberia Occidental, por sabotear dos torres eléctricas, informó el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Rusia. “En Kemérovo fue detenido un ciudadano de Rusia partidario de los nazis ucranianos implicado en la destrucción de dos torres eléctricas, lo que provocó un corte temporal del suministro en la región de Kemérovo”, señaló el FSB en un comunicado en las agencias rusas.
Contra el detenido, cuya identidad no fue revelada, fueron abiertos dos casos penales: por destrucción de propiedad ajena y por sabotaje. “En su domicilio los investigadores hallaron botellas con líquido inflamable, bidones con gasolina, pernos de las torres dañadas, dos pistolas neumáticas acondicionadas para munición real, dos puñales, medios de telecomunicación y esquemas con la ubicación de comisarías de policía y cantones de reclutamiento”, añadía el comunicado. El delito de sabotaje se castiga en Rusia entre 10 y 15 años de prisión.
Asimismo, la Justicia rusa rechazó ayer una apelación del periodista y político opositor Vladímir Kara-Murzá y le dejó en prisión preventiva, acusado de difundir información falsa sobre el Ejército ruso. “Dejamos en vigor la decisión del tribunal Basmanni del 22 de abril de 2022 y rechazamos el recurso de apelación”, dictó el Tribunal de Moscú. Kara-Murzá permanecerá en prisión hasta al menos 12 de junio hasta la celebración de un juicio.
l Cierran una corresponsalía. Rusia anunció ayer el cierre de la corresponsalía de la radiotelevisión canadiense CBC en Moscú y la anulación de las acreditaciones y los visados de sus periodistas. “Lo advertimos varias veces. Las medidas restrictivas que obstaculizan el funcionamiento normal de los medios rusos no quedarán sin respuesta”, subrayó en rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, al anunciar la medida.