- El papa escribió una carta al patriarca ortodoxo de Moscú Kirill en la que le pide que se “ponga fin a la oscuridad de la guerra” en Ucrania, que comenzó el pasado 24 de febrero. “Que Cristo sea una realidad para el pueblo ucraniano, que anhela un nuevo amanecer que ponga fin a la oscuridad de la guerra”, subrayó el pontífice en la breve misiva que publica la página de comunicación del Vaticano, Vatican News.
En la carta, que también ha dirigido a otros patriarcas de las catorce ramas ortodoxas del cristianismo, con motivo de la Pascua que celebraron el pasado domingo, tal y como marca el calendario juliano, el pontífice pidió que el Espíritu Santo transforme sus corazones y los convierta en verdaderos artífices de la paz. “Especialmente para la Ucrania desgarrada por la guerra, para que el gran paso pascual de la muerte a la nueva vida en Cristo sea una realidad para el pueblo ucraniano, que anhela un nuevo amanecer que ponga fin a la oscuridad de la guerra”, instó.
En la carta -que fue publicada en la página web del Patriarcado ruso, Mospat.ru- Francisco subrayó que en este momento sienten todo el peso del sufrimiento de la familia humana, “aplastada por la violencia, la guerra y tantas injusticias”. A pesar de ello, señaló que los cristianos siguen “mirando con el corazón agradecido que el Señor ha tomado sobre sí todo el mal y todo el dolor de nuestro mundo”.
“La muerte de Cristo -comenta el papa- fue el comienzo de una vida nueva y de la liberación de las ataduras del pecado y la ocasión de nuestra alegría pascual, abriendo para todos el camino desde la sombra de las tinieblas a la luz del reino de Dios”.
De este modo, invitó a rezar unos por los otros “para dar un testimonio creíble del mensaje evangélico de Cristo resucitado y de la Iglesia como sacramento universal de salvación”, para que “todos entren en el reino de la justicia, la paz y la alegría en el Espíritu Santo”.
En una entrevista con el diario La Nación de Argentina, el papa reveló que el Vaticano se vio obligado a suspender una reunión con el patriarca Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia, para no generar “muchas confusiones”.
“Lamento que el Vaticano haya tenido que levantar una segunda reunión con el patriarca Kirill, que teníamos programada para junio en Jerusalén. Pero nuestra diplomacia entendió que una reunión de los dos en estos momentos podía prestarse a muchas confusiones”, reconoció el Papa. El encuentro iba a producirse durante el viaje del pontífice al Líbano en junio.
Preguntado por la relación del Vaticano con el Patriarcado ortodoxo de Moscú, el papa aseguró que es “muy buena” y admitió que él siempre ha promovido el diálogo interreligioso: “Cuando era arzobispo de Buenos Aires junté en un fructífero diálogo a cristianos, judíos y musulmanes. Fue una de las iniciativas de las que me siento más orgulloso. Es la misma política que promuevo en el Vaticano. Para mí el acuerdo es superior al conflicto”, zanjó.
Asimismo, dejó claro que las gestiones diplomáticas continúan su curso. “El Vaticano no descansa nunca. Los detalles no se los puedo contar porque dejarían de ser gestiones diplomáticas. Pero los intentos no cesarán nunca”, se comprometió.
El papa también aclaró por qué en sus alocuciones nunca nombra específicamente a Rusia o a su presidente, Vladímir Putin, una omisión que ha sido muy criticada: “Un papa nunca nombra a un jefe de Estado ni mucho menos a un país, que es superior a su jefe de Estado”, aclaró.
El pasado mes, el papa y el patriarca Kirill, mantuvieron una reunión telemática en la que conversaron sobre la situación en Ucrania y, en concreto, sobre las condiciones humanitarias de la población y el avance de las negociaciones entre las delegaciones de ambos países para lograr un alto el fuego.
Transnistria. Rusia no ve riesgos para los rusoparlantes en la región separatista moldava de Transnistria, dijo ayer el Ministerio de Exteriores ruso después de que un alto cargo militar sugiriera la necesidad de controlar el sur de Ucrania y acceder a la frontera moldava, donde “se discrimina a residentes de habla rusa”. “No vemos ningún riesgo. Nuestra postura sigue siendo la misma. Apoyamos el arreglo pacífico del asunto de Transnistria con el respeto de la integridad territorial de Moldavia”, dijo.