- Ucrania rechazó ayer de plano la demanda de rendición de los militares que aún mantiene en la sitiada ciudad de Mariúpol, a los que el Ejército ruso prometió preservarles la vida a cambio de que depongan las armas. “La ciudad no ha caído. Todavía están nuestros soldados y lucharán hasta el final. Por ahora siguen en Mariúpol”, afirmó el primer ministro de Ucrania, Denis Shmyhal, en una entrevista con la cadena estadounidense ABC.
El mando militar ruso aseguró que el Gobierno de Kiev prohibió a sus militares -cercados en la planta siderúrgica Azovstal en esa ciudad del este ucraniano-, rendirse bajo pena de fusilamiento. “El régimen nacionalista de Kiev, según comunicaciones interceptadas, ha prohibido negociaciones de rendición y ordenado a los nazis del regimiento Azov fusilar a los militares y mercenarios extranjeros que quieran rendirse”, aseguró el portavoz de Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov.
Agregó que, de acuerdo con las declaraciones de los militares ucranianos que han caído prisioneros, la agrupación sitiada en el territorio de Azovstal cuenta en su filas con “hasta 400 mercenarios extranjeros”. “La mayoría de ellos son ciudadanos de países europeos, y también de Canadá”, añadió, para advertir de que “en caso de que continúen oponiendo resistencia todos serán aniquilados”.
El portavoz castrense afirmó que desde el comienzo de la “operación militar especial” rusa han llegado a Ucrania “6.824 mercenarios extranjeros procedentes de 63 Estados”. “El grupo más numeroso vino desde Polonia: 1.717 personas. Cerca de 1.500 mercenarios llegaron de Estados Unidos, Canadá y también de Rumanía. De Gran Bretaña y Georgia, 300 de cada uno de esos países”, agregó. El militar ruso cifró en 193 los mercenarios provenientes de regiones sirias controlada por Turquía.
Según el presidente de la Duma del Estado o Cámara de Diputados de Rusia, Viacheslav Volodin, en la planta metalúrgica se encuentran hasta 2.500 efectivos ucranianos.
La demanda de rendición tenía muy pocos visos de ser atendida por los militares ucranianos, que presentan una resistencia numantina a las tropas rusas y a las milicias de la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD, prorrusa), reconocida por Moscú como Estado Independiente.
Ya el pasado sábado el líder de la RPD, Denis Pushilin, señalaba que los batallones nacionalistas que permanecen en Mariúpol “no tienen la intención de rendirse y, por tanto, deben ser aniquilados”.
La estratégica Mariúpol, junto al mar de Azov, es uno de los principales objetivo de los rusos en su esfuerzo por lograr el total control de la región del Donbás y formar un corredor terrestre en el este del país hasta la anexionada península de Crimea.
Según la alcaldía de la ciudad, hasta 20.000 civiles han muerto en desde el inicio de la llamada “operación militar especial” rusa en Ucrania y unos 120.000 habitantes permanecen en Mariúpol en condiciones de precariedad extrema.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha advertido de que una matanza los militares ucranianos en Mariúpol podría ser el “punto final” de las negociaciones con Rusia.
Según el presidente de la Duma rusa, si a Zelenski le preocupan los ciudadanos de Ucrania, debe adoptar de inmediato dos decisiones. “Primero, retirar la tropas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y, segundo, fijar en un tratado el reconocimiento de Crimea (como territorio ruso) y el estatus neutral de Ucrania, así como la desnazificación y desmilitarización del país. No será de otra manera”, recalcó.
Sin embargo, en una entrevista con CNN, recogida ayer por la agencia oficial ucraniana UNIAN, Zelenski subrayó que está dispuesto a negociar con Moscú, pero no en “condiciones de ultimatos”. “Podemos combatir y diez años con la Federación de Rusia”, aseguró. Según el mandatario, las posibilidades de acuerdo son cada vez menos, porque “llega el momento cuando nadie quiere hablar”.
Además, Zelenski instó a su homólogo estadounidense, Joe Biden, a visitar Ucrania y ver de primera mano la guerra desatada por la invasión rusa. “Por supuesto es su decisión, y depende de la seguridad, pero creo que el líder de Estados Unidos debería venir aquí a observar”, expresó Zelenski en la entrevista con la CNN.
Tras la retirada de las tropas rusas de los alrededores de Kiev, Biden reveló que estaba estudiando la posibilidad de enviar a Ucrania a un alto cargo de su Administración, y algunos medios especulan con la eventualidad de que sea el secretario de Estado, Antony Blinken, o el de Defensa, Lloyd Austin.
Durante la entrevista, Zelenski dijo que quiere que Biden visite el país y se mostró convencido de que “lo hará”.
El pasado 8 de abril, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunió en Kiev con el presidente ucraniano, un gesto que repitió al día siguiente el primer ministro británico, Boris Johnson.
Biden estuvo en marzo en Polonia, país vecino de Ucrania, pero en ese momento descartó pisar territorio ucraniano.
Bajas
Rusia cifra en 23.367 las bajas mortales sufridas por el Ejército y otras formaciones militarizadas de Ucrania desde el comienzo de la “operación militar especial” en el vecino país.
“A día de hoy las pérdidas irrecuperables (ucranianas) suman 23.367 personas”, afirmó ayer el portavoz de Ministerio de Defensa ruso, el general Ígor Konashénkov, en una comparecencia de prensa. Precisó que esta cifra incluye a militares del Ejército y la Guardia Nacional de Ucrania, así como a mercenarios extranjeros.
Konashénkov adelantó que el Ministerio de Defensa de Rusia planea publicar próximamente fragmentos de documentos de la parte ucraniana sobre sus bajas militares. Asimismo,
desestimó las cifras de entre 2.500 y 3.000 de bajas mortales propias divulgadas por la parte ucraniana.