El Kremlin ha confirmado el uso de misiles hipersónicos Kinzhal para destruir "un gran almacén de combustible" en la localidad de Konstantinovka, en el sur de Ucrania. Se trata del segundo uso confirmado de los Kinzhal en Ucrania y en el mundo, que antes Rusia solo había utilizado durante ensayos militares.
Kinzhal (Daga en ruso) es un misil hipersónico de alta precisión con un alcance de más de 2.000 kilómetros y una velocidad diez veces mayor que la del sonido.
Una de las principales características del arma es la capacidad de maniobrar permanentemente durante su trayectoria, lo que dificulta al máximo su intercepción.
Estos misiles pueden usarse para lanzar ojivas convencionales a una mayor velocidad y con más precisión. Incluso también podrían usarse para lanzar cargas nucleares.
Ganar impulso
Aunque según los analistas occidentales es la primera vez que se usan en combate, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, no cree que su uso suponga un "punto de inflexión" en el conflicto desatado por la invasión rusa de Ucrania.
"No lo veo como un punto de inflexión. Creo que Rusia los usa para ganar impulso. Hemos visto que atacan pueblos, ciudades y civiles. Creemos que lo seguirán haciendo, pero no creo que eso cambie las reglas del juego", afirmó Austin en una entrevista con la CBS.
En cambio, el jefe del Pentágono advirtió de que si Rusia llegara a usar armas químicas o biológicas en Ucrania sería "un paso muy serio" y recibiría "una repuesta contundente de Estados Unidos y de la comunidad internacional".
También consideró que la retórica nuclear de Moscú "es muy peligrosa", pero se mostró "confiado en la capacidad de defensa" de Estados Unidos y de sus aliados.