- El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, remarcó ayer que Washington prefiere la “diplomacia” tras confirmar la entrega a Moscú de la carta sobre las garantías de seguridad exigidas por Rusia en medio de las tensiones por la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania. “Preferimos la diplomacia y estamos preparados para avanzar donde hay posibilidades de comunicación”, dijo en rueda de prensa en el Departamento de Estado.

A juicio del jefe de la diplomacia estadounidense, la misiva “establece una serio camino diplomático, si Rusia lo decide”. Blinken insistió, no obstante, en que Washington también está “listo” para imponer sanciones a Rusia, que tendrían “graves consecuencias”, si opta por la agresión a Ucrania. Respecto a la posibilidad de que Ucrania se integre en la OTAN, opción que rechaza Moscú, Blinken subrayó que Washington respaldará el principio de “puerta abierta” de la Alianza Atlántica.

En este sentido, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, afirmó en rueda de prensa que ha transmitido por escrito a Moscú la negativa a suscribir un acuerdo internacional con Rusia que limitaría la expansión y la capacidad de actuación de la OTAN. “Afrontamos un momento clave para la seguridad en Europa”, afirmó Stoltenberg, que recordó que “hay más de 130.000 efectivos rusos junto a la frontera de Ucrania y están llegando más tropas”.

Horas antes, Moscú había confirmado la recepción de la respuesta, entregada al viceministro ruso Alexandr Grushkó por el embajador de EEUU en Rusia, John Sullivan. “El 26 de enero el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia A. Grushkó recibió al embajador de EEUU en Moscú, John Sullivan, a petición del último”, indicaba la nota oficial rusa.

Durante la reunión, que, según los medios rusos duró cerca de media hora, el diplomático estadounidense entregó la respuesta y abandonó la sede del Ministerio de Exteriores sin hacer declaraciones a la prensa.

Las garantías de seguridad exigidas por Rusia incluían poner freno a una mayor expansión de la Alianza, en particular a Ucrania y Georgia, el cese de toda cooperación militar con las antiguas repúblicas soviéticas y la retirada de las tropas y armamentos de la OTAN a las posiciones que ocupaban antes de 1997.

Con respecto a EEUU, Moscú proponía que Washington excluya el emplazamiento de armamento nuclear fuera de las fronteras de ambos países y el retorno a sus silos de las armas ya desplegadas antes de la entrada en vigor del documento vinculante que propone.

Ambas partes también se comprometerían a la destrucción de la infraestructura ya existente para ello en el extranjero, además de dejar de efectuar ensayos nucleares e instruir a especialistas civiles y militares de otros países. “En una guerra nuclear no puede haber vencedores”, señalaba Moscú en su propuesta.

El borrador del tratado aludía a varios acuerdos suscritos entre 1971 y 1989 por la Unión Soviética y EEUU, aunque el Kremlin negó que su iniciativa suponga “una revisión de los resultados del fin de la Guerra Fría”.

En medio de este envío de misivas, la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, consideró ayer que Rusia utilizará la fuerza militar contra Ucrania de aquí a mediados de febrero, aunque recalcó que desconoce si Putin tomará la decisión de atacar al país vecino. “No sé qué está en la mente del presidente Putin. Solo hay una persona que lo sabe y esa es el presidente Putin. Sospecho que ni siquiera la gente que le rodea saben qué hará finalmente”, señaló en una conferencia de Yalta European Strategy (YES) liderada por la expresidenta de Estonia Kersti Kaljulaid.

“Creo que saben que hay planes de preparar al Ejército para tenerlo listo y planes de utilizar el Ejército, pero sospecho que el presidente tiene otros planes en mente también. No tengo ni idea si ha tomado la decisión final”, añadió.

No obstante, aseveró que EEUU ve señales de que Putin utilizará la fuerza militar contra Ucrania. “Vemos ciertamente todas las indicaciones de que va a utilizar la fuerza militar, quizás en algún momento ahora y mediados de febrero”, recalcó.

Sherman señaló que quizás la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos en Pekín el 4 de febrero próximo influirá en esa decisión. “Sabemos todos que la inauguración es el 4 de febrero y que se prevé que asista el presidente Putin a la misma. Probablemente el presidente Xi Jinping no estaría muy eufórico si el presidente Putin eligiese ese momento para invadir Ucrania”, añadió. “Quizás esto pueda afectar su calendario y su pensamiento”, dijo.

Además, la embajada de EEUU en Ucrania instó ayer a los estadounidenses en el país a pensar en su marcha ante la “creciente amenaza de una acción militar rusa”, que puede deteriorar la situación sin previo aviso.

Antes de la entrega de la carta por parte de EEUU, Rusia había advertido de que no se quedará de “brazos cruzados” ante las acciones de Occidente, al que acusó de intentar obtener ventajas unilaterales y de incitar a Ucrania a provocar a Moscú. “No nos quedaremos de brazos cruzados”, subrayó el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, al referirse a las presiones occidentales para lograr una “mayor contención de Rusia”, en una intervención en la Duma del Estado, la cámara baja del Parlamento ruso.

El jefe de la diplomacia rusa denunció que Occidente incrementa la presión político-militar sobre Rusia. “Basta ver las maniobras cada vez más provocadoras junto a nuestras fronteras, la atracción a la órbita de la OTAN del régimen de Kiev, los suministros de armas, y cómo lo incitan a efectuar provocaciones directas contra la Federación de Rusia”, dijo.