- La presión sobre Johnson se acrecienta. Acorralado por las críticas, vertidas incluso desde las filas conservadoras, puede enfrentarse a un abanico de escenarios que van desde la moción de censura hasta la dimisión.
En primer lugar, Johnson podría tener que someterse a una moción de censura. Las reglas del Partido Conservador estipulan que puede activarse este mecanismo si el 15% de los parlamentarios tories así lo quieren. El número crucial ahora es 54, puesto que actualmente hay 360 diputados conservadores. Si se acuerda una moción de censura, Johnson tendría que obtener el apoyo de al menos la mitad de sus diputados, 180, para permanecer al frente del Ejecutivo.
Otro de las posibles opciones para Johnson es que los propios tories le inviten a marcharse mediante su dimisión. O, por último, como parece más probable, que sea capaz de aguantar la ola de críticas y permanezca en el cargo.
La prensa británica especula estos días sobre que los días de Johnson al frente del Ejecutivo de Reino Unido están contados a raíz de la última polémica que, sin embargo, no es la única, puesto que el premier ha recibido críticas anteriormente por la celebración de fiestas en los momentos más duros de la pandemia. Además de la celebración por la que tuvo que dar explicaciones ayer, hay otras fiestas en Downing Street que también han generado polémica. La primera de ellas tuvo lugar el 15 de mayo de 2020, en la que también estuvo Johnson y su mujer. Otra se produjo el 13 de noviembre de 2020 en la despedida a Lee Cain, un asesor de prensa del primer ministro.