- Rusia planea un golpe de Estado para derrocar al Gobierno de Kiev a principios de diciembre, dijo ayer el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien además advirtió del riesgo de un ataque ruso tras la concentración de más de 90.000 tropas en la frontera ucraniana. “Recibimos información de que habrá un golpe de Estado el 1 ó 2 de diciembre”, señaló el mandatario ucraniano en una rueda de prensa de cinco horas con 30 medios nacionales e internacionales. “No son solo informes de agencias de inteligencia, tenemos grabaciones de audio de representantes de Ucrania, que discutieron con, por así decirlo, representantes de Rusia, la participación de Rinat Ajmétov en un golpe de Estado en Ucrania, para el que se asignarán mil millones de dólares”, recalcó.
Zelenski dijo que creía que el oligarca, con quien tiene una amarga disputa después de proclamar la desoligarquización su prioridad política, está siendo “arrastrado” a esto por su entorno. “Creo que lo están arrastrando a una guerra contra el Estado ucraniano. Creo que sería su gran error porque no se puede luchar contra su propio pueblo, contra el presidente que fue elegido por el pueblo ucraniano”, sostuvo.
El multimillonario ucraniano negó estas acusaciones. “Me indignan estas mentiras, con independencia de los motivos del presidente. Mi postura fue y será siempre inequívoca: una Ucrania independiente, democrática y unida con Crimea y mi Donbás natal. Mis acciones lo confirman”, señaló su portavoz a la agencia Interfax-Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a su vez que “Rusia no ha tenido planes de participar (en un golpe). Y Rusia nunca hace estas cosas”.
Zelenski agregó que no cree que un intento de golpe tuviera éxito y se mostró seguro de que no sería apoyado por el Ejército. Aseguró además que habría “una respuesta” a cualquier intento externo de tomar el poder ilegalmente en el país.
Asimismo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg advirtió ayer a Rusia de que un hipotético ataque contra Ucrania tendría “costes” y “consecuencias” para Moscú, y alertó de que el refuerzo militar ruso dentro y fuera de la antigua república soviética “no ha sido provocado ni explicado”. “Está claro que si Rusia usa la fuerza contra Ucrania, eso tendrá costes, tendrá consecuencias, y, por tanto, seguimos pidiendo a Rusia una desescalada”, declaró el político noruego.
Stoltenberg aseguró que el refuerzo militar ruso “dentro y fuera” de Ucrania “eleva la tensión y el riesgo de errores de cálculo”. Según especificó, esa concentración incluye capacidades pesadas como tanques, artillería, unidades acorazadas, drones y sistemas electrónicos de guerra, además de “fuerzas preparadas para el combate”. Resaltó que la concentración de fuerzas rusas “fuera de lo corriente” cerca de la frontera ucraniana se produce “en paralelo o combinada con una retórica agresiva por parte de Rusia”.
“No hay certidumbre sobre las intenciones de Rusia, pero lo que sabemos es que ha concentrado fuerzas cerca de las fronteras de Ucrania”, aseguró.