- El Partido Nacional Escocés (SNP), gobernante en Escocia, inició ayer su 87 congreso anual con el objetivo de insuflar optimismo a las bases con la idea de celebrar un referéndum de independencia en 2023, pese a que esta opción ha perdido apoyo en los últimos sondeos entre el electorado. Asimismo, la última encuesta publicada muestra una caída de popularidad de Sturgeon, que baja 40 puntos respecto a 2020, aunque sigue sin rival entre los políticos escoceses y dentro de su partido.
Como ya hizo en otro congreso en septiembre, el SNP se reunirá desde ayer hasta el próximo lunes, cuando intervendrá Sturgeon, de forma telemática, debido a la pandemia. Según su agenda, los nacionalistas, que se quedaron a un escaño de la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de 2021 y gobiernan en alianza con los Verdes, abordarán su proyecto de “autodeterminación”, “la descentralización del poder” desde Londres, “la transición justa hacia una economía verde” y “la lucha contra la violencia de género y la seguridad de la mujer en la sociedad”.
La conferencia confirmará el compromiso del SNP de que Escocia “volvería a unirse a la Unión Europea” si logra la independencia, por lo que la formación quiere conservar “los vínculos estrechos con el Parlamento Europeo”, dicta su agenda.
El pasado septiembre, Sturgeon anunció su intención de convocar antes del fin de 2023 un segundo plebiscito de independencia, tras el que perdieron en 2014, para lo que debe pedir autorización al Gobierno británico, liderado por Johnson, que ya se ha mostrado en contra.