- Militares y civiles de Sudán firmaron ayer un acuerdo para poner fin a la crisis política desatada por el golpe de Estado del pasado 25 de octubre que ha supuesto el regreso de Abdalá Hamdok al cargo de primer ministro, después de tres semanas de negociaciones.
Hamdok, que estaba en arresto domiciliario desde la asonada, hizo ayer su primera aparición pública en el Palacio Presidencial de Jartum junto al líder militar y presidente del Consejo Soberano, Abdelfatah al Burhan, y ambos rubricaron los 14 puntos del documento. “Cada vez que llegamos a un punto sin retorno, logramos como sudaneses redirigir nuestro país hacia el camino correcto”, dijo Hamdok en un discurso tras la firma, en la que también estaba presente el vicepresidente del Consejo soberano, el general Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti.
“Se cancela la decisión de Al Burhan de destituir al primer ministro del periodo transitorio”, dice el último punto del documento rubricado, en el que también se exige “la liberación de todos los detenidos políticos” desde el golpe de Estado.
Esta era una de las condiciones de Hamdok para volver al cargo de primer ministro y que ha puesto en la mesa de negociaciones en todas las reuniones con el equipo mediador que ha impulsado esta reconciliación entre militares y civiles.
Las dos partes acordaron formar “un Gobierno de tecnócratas y figuras independientes”, así como que el Consejo Soberano es el único órgano “supervisor del periodo transitorio sin ninguna intervención directa en el trabajo del Ejecutivo”.
También reafirmaron la importancia del acuerdo constitucional rubricado en 2019, tras el derrocamiento del dictador Omar Al Bashir, como “base” para la transición en el país hasta la celebración de las elecciones, prevista en menos de dos años.
Otro de los puntos acordados ha sido el de iniciar una investigación de los “muertos y heridos civiles” durante las protestas que ha habido desde el golpe de Estado y “presentar a los responsables a la Justicia”.
Según el Comité de Médicos, sindicato independiente que contabiliza los muertos y heridos desde 2019, al menos 40 personas, entre ellas cuatro menores, han muerto en las marchas desde el 25 de octubre, la mayoría de ellas por impactos de munición real. Sin embargo, las fuerzas de seguridad sudanesas han negado haber usado armas de fuego durante las masivas protestas en estas tres semanas en la que el servicio de telecomunicación en el país africano ha estado interrumpido.
Hamdok aseveró que el acuerdo firmado ayer “abre la puerta” para abordar “los problemas de la transición y sus retos” e hizo hincapié en lo conseguido desde la caída de Al Bashir, como el fin del “aislamiento internacional, sacar el nombre de Sudán de la lista de terrorismo” y la mejora de la economía, entre otros. El economista sudanés quiso subrayar que esta rúbrica busca “evitar el derramamiento de sangre” y “restaurar la ruta de transición de nuestro país”.
Por su parte, Al Burhan señaló después del discurso de Hamdok que con este nuevo acuerdo se puede establecer “una base real del periodo transitorio”. “Seguimos con nuestra promesa de cumplir lo que habíamos iniciado con el pueblo sudanés para llegar al final a unas elecciones libres y justas”, dijo.
Muere un joven de 16 años. La misión de asistencia de Naciones Unidas para la transición política en Sudán (UNITAMS) celebró ayer el acuerdo para la restitución del primer ministro del país, Abdalá Hamdok, aunque pidió una investigación de la represión de las fuerzas de seguridad contra las protestas del golpe de Estado del 25 de octubre. Así, el Comité de Médicos denunció ayer la muerte de un joven de 16 años en Um Durman, ciudad anexa a Jartum, capital de Sudán, de un disparo en la cabeza efectuado por las fuerzas de seguridad. La muerte se produjo durante una protesta contra el acuerdo entre militares y civiles para reponer a Hamdok.