Los casos globales de covid-19 bajaron por cuarta semana consecutiva del 27 de septiembre al 3 de octubre, un 9 % con respecto al periodo anterior, aunque Europa no siguió esa tónica y fue la única región donde los contagios semanales subieron, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Frente a un descenso del 43 % en los casos en África, del 20 % en Oriente Medio y Asia Meridional, y del 12 % en América y Asia Oriental, en Europa los contagios aumentaron un 5 %, según los datos de la OMS.
De los 3,1 millones de casos globales confirmados la semana pasada, 1,16 millones se diagnosticaron en Europa, que vuelve a ser el continente con más contagios semanales, cuando en los últimos meses América había liderado este indicador.
Los países que más casos registraron la semana pasada fueron EE.UU. (750.000, número similar al de la semana anterior), Reino Unido (240.000, también con escasos cambios), Turquía (197.000), Rusia (165.000) e India (161.000).
En el acumulado desde el inicio de la pandemia, se han registrado en el mundo 235 millones de contagios de covid-19, de los que 90 millones se contabilizaron en América, 70 millones en Europa y 43 millones en el sur de Asia, las tres regiones más afectadas.
La pandemia ha causado 4,8 millones de muertos, de los que 2,2 millones se registraron en América y 1,3 millones en Europa. La semana pasada el número de fallecidos en el mundo, 54.000, bajó más moderadamente que los contagios, un 4 %, aunque en este indicador se han dado ya seis semanas consecutivas de descensos.
En Europa y América, sin embargo, las muertes aumentaron un 2 % la semana pasada (24.000 y 15.000, respectivamente), mientras que en el resto de regiones hubo notables descensos, que llegaron al 18 % en Asia y al 25 % en África.
Respecto a las vacunaciones, se han administrado en el planeta más de 6.360 millones de dosis, a un ritmo actual de casi 23 millones diarias, por lo que más del 45 % de la población global ha recibido ya al menos una dosis.
Persiste sin embargo la desigualdad en el reparto de las vacunas, ya que mientras en los países desarrollados las tasas de vacunación superan el 60 % de la población nacional, en las economías de bajos ingresos apenas se llega al 2,3 %.