La Policía ha despejado con cañones de agua a un multitudinario grupo de manifestantes que han vuelto a salir a las calles de Irlanda del Norte registrando disturbios. En la jornada de este jueves se han lanzado botellas y ladrillos contra las fuerzas de seguridad, que han vuelto ha sufrido ataques por parte de las personas congregadas en el oeste de Belfast, informa 'Belfast Telegraph', que recoge como los manifestantes han lanzado fuegos artificiales contra los coches de los agentes. Por segunda noche consecutiva los incidentes se han concentrado en el área de Springfield Road, donde también se registraron disturbios el miércoles por la noche.
Este mismo jueves, el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, ha admitido que el Brexit ha creado "problemas reales" en el país, pero ha remarcado que la violencia no es la forma de solucionarlos, por lo que ha reiterado el llamado a la calma que llega desde diferentes sectores.
De hecho, Lewis ha viajado a Belfast tras los disturbios que llevan sacudiendo las calles del país desde el fin de semana pasado y que la Policía ha calificado como los peores en años, informa Sky News.
También los cinco partidos del Ejecutivo de Irlanda del Norte se han unido para condenar los "deplorables" disturbios, mientras que el primer ministro británico, Boris Johnson, que también condenó la violencia el miércoles, ha conversado con su homólogo irlandés, Michael Martin, para lanzar posteriormente un mensaje de calma.
Hasta el momento, la Policía ha confirmado que los disturbios del miércoles por la noche han sido los más graves, cuando se secuestró e incendió un autobús y más de 600 personas se reunieron en las calles. Entre este grupo de manifestantes se encontraban jóvenes de tan solo 13 o 14 años, que eran alentados por los adultos a cometer "actos delictivos" mientras los aplaudían, ha señalado el subjefe de la Policía, Jonathan Roberts, que además añade que "hubo un elemento de planificación previa".
El ejecutivo norirlandés ha reiterado que la violencia "debe cesar", ya que "la destrucción, la violencia y la amenaza de violencia son completamente inaceptables e injustificables, sin importar las preocupaciones que puedan existir en las comunidades".
Las tensiones han crecido en los últimos meses en la región por los acuerdos comerciales que se han adoptado tras el Brexit, una situación tensa que llegó a su límite cuando la semana pasada la Policía decidió no procesar a 24 políticos del Sinn Féin por asistir a un funeral, violando las medidas establecidas por el Gobierno para tratar de controlar la pandemia.
Al menos unas 2.000 personas asistieron al multitudinario funeral en recuerdo del antiguo miembro del IRA Bobby Storey, entre ellas O'Neill, que tuvo lugar en junio del año pasado.