- Jordania dio ayer por enterrada la supuesta trama encabezada por el antiguo príncipe heredero y hermanastro del rey Abdalá II, el príncipe Hamzah bin Husein, que según la Casa Real se comprometió a acatar las normas de la gobernante familia hachemita y el procedimiento establecido por el monarca para resolver el conflicto.
Los principales periódicos jordanos destacaban ayer el modo en que se puso fin al supuesto complot del príncipe, después de una campaña de arrestos el pasado, en el que fueron detenidas entre 14 y 16 personas, aparte de un exconsejero de la Corte y un miembro de la familia real.
El diario Al Rai recogía: “Abortado un plan para socavar la estabilidad y seguridad de Jordania” y “Enterrada la sedición en germen”. Abdalá reiteró su intención de resolver el conflicto con su hermanastro, que está retenido en su domicilio desde el sábado, dentro de los cauces de la gobernante familia hachemita y nombró a su tío Al Hasan, hermano y sucesor durante 34 años del anterior monarca, Husein, para mediar con él.
Horas antes, el hermanastro del rey había emitido un nuevo vídeo, más extenso que el del fin de semana, en el que se defendió y reveló que los altos mandos militares le dijeron que no podía salir o comunicarse con otras personas ni usar Twitter.
“No soy parte de ninguna conspiración o de una organización infame o grupo apoyado desde el exterior, como siempre es la afirmación para cualquiera que exprese una opinión”, declaró en el comunicado enviado por su abogado a la televisión británica BBC.
Una vez más, el hermanastro del rey arremetió contra “la incompetencia que ha prevalecido en nuestra estructura de gobierno en los últimos 15 o 20 años”. Asimismo, denunció la represión en el reino, que, manifestó, “ha llegado a un punto en que nadie puede hablar o manifestar una opinión sobre nada sin ser acosado, arrestado o amenazado”.
El príncipe dijo estar solo con su mujer y sus hijos en su domicilio, donde ha permanecido retenido desde el sábado, aunque las autoridades desmintieron que esté bajo arresto.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Jordania, general Yusef al Huneiti, afirmó ayer durante unas maniobras de varios cuerpos especiales que el Ejército está preparado para hacer frente a “cualquier intento de socavar la seguridad del Estado y desestabilizar el reino”.
Al Huneiti destacó que las Fuerzas Armadas, “además de afrontar todo tipo de amenaza en las fronteras” de Jordania, también hacen frente a cualquier amenaza interna. Asimismo, Al Huneiti destacó el compromiso del Ejército “con el deber ante la nación y el liderazgo hachemita” del rey Abdalá II, cuya figura no ha sido puesta en duda durante la actual crisis, aunque su gobierno ha sido duramente criticado por su hermanastro.
“Sin duda, el peligro ha pasado porque Jordania y su cúpula han logrado el apoyo de los grandes poderes y líderes del mundo árabe, y el Gobierno puede manejar fácilmente el asunto sin presión externa”, dijo el exministro de Información jordano, Samih Maayta.
Rusia fue el último en mostrar su apoyo ayer a “los esfuerzos de las autoridades legítimas de Jordania y personalmente del rey Abdalá II”, después de que ya lo hicieran Estados Unidos, la Unión Europea y los principales países árabes, además de Turquía e Irán. “Todos los jordanos desean que este asunto se resuelva dentro de la familia hachemita”, agregó Maayta, que sin embargo consideró “sin precedentes” las supuestas actividades del príncipe Hamzah en contra de la seguridad del reino.
“Me he quedado sorprendido al saber que el príncipe Hamzah ha llevado a cabo actividades de este calibre”, declaró el exministro.
Cambio de heredero. Jordania está gobernada por la monarquía hachemita, ahora en manos del rey Abdalá II, hijo del rey Husseín. El rey Husseín gobernó durante cuatro décadas y forjó el acuerdo de paz con Israel. Apenas unas semanas antes de morir en 1999, nombró a Abdalá como sucesor en detrimento de Hamzah, que quedó como príncipe heredero.
Aliado clave occidental. En manos de Abdalá, Jordania se ha convertido en un aliado clave de Estados Unidos en la región (fue el primer líder árabe al que llamó Biden al llegar a la Casa Blanca) tanto en su lucha contra el terrorismo como por el desarrollo de su influencia. Jordania es clave también en cualquier acuerdo de paz entre Israel y Palestina.
Proyección internacional. Pese a las tensiones internas de la monarquía hachemita por el poder, siempre han intentado proyectar un frente unificado al exterior, presentando a la prensa internacional más titulares del corazón o estilo de sus reinas y princesas que de tensiones políticas.
Influencia en tribus jordanas. En los dos últimos años, Hamzah ha intentado reconstruir y ampliar su influencia entre grupos de poder como las tribus jordanas, para dar una imagen “reformista” y se ha mostrado crítico con el Gobierno “corrupto” y “sin confianza de la gente”.