Estados Unidos ha alcanzado este miércoles los 250.426 fallecidos por coronavirus, según la Universidad Johns Hopkins, que cifra los casos acumulados en el país en 11.517.455 --con más de 4,3 millones de recuperados, mientras las autoridades sanitarias del Gobierno reconocer hallarse frente a la "peor" tasa de contagios y sin signos de que se aplane la curva.
En las últimas cuatro semanas se ha producido un aumento del número de fallecidos del 42 por ciento, lo que supone un promedio semanal de 821 muertes diarias desde principios de octubre hasta la media de la semana pasada, que fue de 1.167 decesos al día, según cifras de la Johns Hopkins.
"En este momento, estamos en una situación absolutamente peligrosa que debemos tomar con la mayor seriedad", ha dicho el subsecretario de Salud de Estados Unidos, el doctor Brett Giroir, quien ha reconocido a la cadena NBC que el país se encuentra frente a "la peor tasa de aumento de casos" desde que comenzó la pandemia y que "no hay signos de aplanamiento" de la curva.
El estado de Nueva York, la región con mayor cifra de fallecidos --34.187--, estrenó el viernes nuevas restricciones implantadas en el marco de la pandemia. Entre ellas, el cierre de bares, restaurantes y gimnasios a las 22.00 horas y la limitación de las reuniones sociales a un máximo de diez personas.
Centro de la pandemia al principio del estallido en el país, actualmente, es el quinto estado más afectado y cuenta con más de 568.000 infecciones, junto con más de 34.000 fallecidos. Mientras tanto el alcalde, Bill de Blasio, ha anunciado el cierre de las escuelas públicas, después del aumento de casos de covid-19, enfermedad que ya ha dejado más de 273.000 personas contagiadas en la ciudad.
"La ciudad de Nueva York ha alcanzado el umbral promedio de positividad del 3 por ciento en siete días. Desafortunadamente, esto significa que las escuelas públicas estarán cerradas a partir de mañana", ha anunciado el alcalde a través de su cuenta de Twitter.
El aumento de la cifras se acumulan a medida que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa resistiéndose a reconocer su derrota en las pasadas presidenciales frente a Joe Biden, cuyo equipo de asesores y expertos en materia de salud ha denunciado la opacidad de la actual Administración, que no facilita el acceso a la información que manejan los actuales gestores de la Casa Blanca.
"No hemos podido sentarnos con la Administración Trump en absoluto para entender qué planes hay sobre la mesa, dónde hay huecos, dónde se necesita ayuda y cómo podemos asegurarnos de que hay un traspaso sin problemas después del 20 de enero", ha lamentado Rick Bright, un miembro del equipo de Biden para luchar contra la pandemia de coronavirus.