- Los votantes en EEUU reclamaron ayer martes un lugar central en el futuro del país con una afluencia masiva aunque desigual a las urnas y unas filas que, en algunos centros electorales, comenzaron antes del amanecer con una mezcla de esperanza y ansiedad, debido al ambiente de crispación y fuerte polarización. Bideny Trump llegaron a la jornada electoral con una ventaja en los sondeos de siete puntos a favor del primero pero con la incertidumbre de que los estados bisagra podían decantar finalmente la balanza por uno u otro candidato.
En Michigan, un estado clave, las zonas rurales son predominantemente republicanas, mientras que las urbanas, como Detroit, son más diversas con una creciente población afroamericana e hispana, por lo que suelen votar por los demócratas, un fenómeno que se repite en todo el país.
En Grand Rapids (Michigan), donde el presidente de EEUU, Donald Trump, que se presenta a la reelección en estos comicios, cerró su campaña, Alex, de origen asiático, dijo a Efe que apoya al mandatario porque es alguien que “protege a la gente estadounidense”, lucha por ellos y “haría cualquier cosa por EEUU.”
“Sé que va a salir reelegido por otros cuatro años, tiene mucho que hacer y sé que va a estar muy ocupado”, manifestó Alex, que se protegía del viento con una gorra roja con el nombre de “Trump” y abrigaba su cuello con una bufanda con la bandera estadounidense.
Mientras, en el barrio de “Mexicantown” en Detroit, había un goteo de votantes sin que se acumularan grandes filas porque muchos han votado por anticipado, explicaron a Efe dos activistas de la organización Hispanic Development Corporation, que apoya a las familias migrantes. “Mexicantown” recibe ese nombre porque en 1920 comenzaron a asentarse en ese barrio migrantes mexicanos.
Además de Michigan, el foco está en Texas, un bastión republicano donde ningún demócrata gana la Presidencia desde hace medio siglo, aunque los sondeos muestran una carrera más ajustada entre Trump y su rival demócrata, Joe Biden, con apenas un punto porcentual de diferencia a favor del actual presidente.
En Austin, José Antonio Rico, de 46 años, acudió a primera hora a un punto de votación cercano al Capitolio estatal. “He votado por Biden más con la idea de sacar a Trump de la Casa Blanca que cualquier otra cosa. Pero creo que hay muchos como yo por Texas”, dijo Rico frente al centro de votación, rodeado de carteles con los nombres de candidatos demócratas que compiten a nivel local, estatal y nacional. Los republicanos, sin embargo, controlan buena parte de las instituciones de Texas y su apoyo a Trump podía sentirse en la calle. Thomas, nacido en Houston pero residente en Austin, habló con Efe desde su camioneta decorada con dos banderas enormes con el lema electoral “Mantenga EEUU grande 2020”.
“Trump -clamó- nos hace más competitivos porque protege a nuestra industria frente a amenazas de otros lugares. ¡Dios le bendiga!”.
En otras partes del país, como en Arlington (Virginia), algunos votantes acudían a sufragar preocupados por la situación en el país. “Durante todo este tiempo, he metido mi cabeza en la arena, y hoy solo la levanté para poder ir a votar”, señaló Isabel Gómez, de 30 años, mientras depositaba su papeleta en un centro electoral de Arlington, una zona residencial de clase media, que es predominantemente demócrata.
Gómez, que nació en EEUU de padres chilenos, ha intentado mantenerse al margen de las noticias de la campaña electoral porque le generan ansiedad y cree que la distraen de lo más importante: su trabajo como abogada para inmigrantes que han sido víctimas de violencia de género. Su labor se ha complicado desde la llegada a la Casa Blanca de Trump. Dice que ha votado por Biden y, sobre todo, por la aspirante a la Vicepresidencia, la senadora afroamericana Kamala Harris, hacia la que siente una gran afinidad. “Necesitamos a gente con compasión, necesitamos a alguien que entienda esto mejor. Necesitamos a gente marrón en la Casa Blanca. Eso es algo muy importante para mí. Simplemente, tenemos que salir de este ambiente tan hostil”, afirmó.
Gómez votó en el instituto de secundaria Washington-Liberty, en Arlington, a 12 kilómetros de la capital, y donde dos decenas de personas hacían fila antes del amanecer para depositar su voto.
Voto anticipado. A lo largo y ancho de EEUU, la afluencia de votantes a las urnas fue ayer masiva aunque desigual, debido a la pandemia, que ha hecho que más de 101 millones de personas hayan votado ya por correo o de manera anticipada. Al cierre de esta edición, la jornada estaba transcurriendo con normalidad, con algunos problemas puntuales: Por ejemplo, un centro electoral de Doylestown (Pensilvania) inició la jornada 15 minutos más tarde de lo previsto y, cuando por fin abrió sus puertas, ya había 300 personas esperando para votar. Las esperas más prolongadas se registraron en zonas de Georgia, Maine, Nuevo Hampshire, Dakota del Sur y algunos lugares de Michigan.