Al menos 62 personas han muerto y casi 900 han resultado heridas en Turquía por el terremoto de 6,8 grados de magnitud que el viernes al mediodía asoló las costas del mar Egeo, según las cifras ofrecidas este domingo por el vicepresidente del Gobierno turco, Fuat Oktay.

Un total de 104 personas han sido ya liberadas con vida de los escombros de 17 edificios derruidos en la ciudad, indicó Oktay en una comparecencia ante la prensa en Esmirna, transmitida en directo por la cadena NTV.

Los equipos del servicio de emergencias turco AFAD continúan su labor en nueve edificios de Esmirna, ciudad que, con 4 millones de habitantes, es la tercera mayor de Turquía y la más afectada por el seísmo, cuyo epicentro se situó a 60 kilómetros de la urbe en el mar Egeo.

La última persona salvada fue aparentemente un hombre de 70 años, Ahmet Çitim, que fue rescatado poco después de la medianoche local y trasladado a un hospital, tras haber pasado 33 horas atrapado, un éxito celebrado como "milagro" por la prensa turca.

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Terremoto en la costa del Egeo

Desde entonces, se han recuperado varios cuerpos pero por lo que parece ninguno con vida.

Un total de 896 personas fueron atendidas por los servicios de salud tras el terremoto, 682 de ellas han sido dadas de alta ya, 214 continúan bajo tratamiento, y entre éstas últimas hay cerca de una decena en cuidados intensivos, según las cifras de AFAD ofrecidas esta mañana.

Aunque hasta el momento no hay estimaciones oficiales sobre el número de desaparecidos que aún están bajo los escombros, los equipos de rescate estiman que faltarían por localizar aproximadamente a 30 de ellos, según dijo a la prensa local el especialista en salvamento Muhammed Zahiroglu.

En la mañana de este domingo aún se sentían temblores del suelo en Esmirna, aunque cada vez más débiles.

Según AFAD, desde el mediodía del viernes, cuando el fuerte terremoto sorprendió a los ciudadanos de la ciudad, se han registrado 812 réplicas del sismo, 40 de ellas de una magnitud mayor de 4 grados, desde el mediodía del viernes, cuando el gran terremoto sorprendió a los ciudadanos de la ciudad.

El seísmo se llegó a sentir en una amplia zona, llegando a percibirse incluso en varias ciudades de Bulgaria, mientras que en cercana la isla griega de Samos causó la muerte de dos jóvenes, lo que eleva a 53 el número total y provisional de víctimas mortales de la catástrofe.