- Dentro del variopinto electorado que acudirá a los próximos comicios de noviembre en EEUU, hay un grupo esencial para las aspiraciones del candidato demócrata, Joe Biden, como son las mujeres blancas de clase trabajadora, cuya afinidad hace cuatro años por Donald Trump en detrimento de su entonces rival, Hillary Clinton, resultó clave para la victoria del magnate.

Trump derrotó a Clinton 27 puntos porcentuales en 2016 en este grupo poblacional, repartidos entre estados clave que finalmente acabaron decidiendo las elecciones en favor del actual mandatario. Cuatro años después, su importancia no ha cambiado. Estados como Michigan (que Trump ganó por solo 10.000 votos), Wisconsin o Pensilvania dependen del respaldo de este grupo demográfico.

En 2020, las mujeres blancas sin educación superior siguen respaldando a Trump, pero el margen es mucho menor. En algunos estados la diferencia respecto a Biden se ha reducido al único dígito, mientras que en otros el candidato demócrata aventaja a su oponente.

En Pensilvania, la ventaja de Trump se ha reducido a la mitad (de 20 puntos en 2016 a 10 en 2020), según una encuesta de NBC News/Marist poll. En Wisconsin y Minnesota, Trump va 9 y 19 puntos por detrás. En Michigan, Biden le saca 9 puntos de ventaja, según las mismas encuestas.

“Es imposible una revolución de clase trabajadora como la que ocurrió en 2016 a menos que las mujeres formen parte de ella”, declaró el encuestador demócrata Stanley Greenberg, consciente del impacto de la crisis en lugares como Michigan.