ichael Cohen, el exabogado personal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, describe al mandatario como "un tramposo, un mentiroso, un fraude, un intimidador, un racista, un depredador" sexual y un "estafador" en su nuevo libro. La Casa Blanca ha tachado de "ficción escrita por un fan" el volumen de Cohen, titulado Disloyal: A memoir (Desleal: unas memorias), al recordar que el exabogado de Trump fue condenado en 2018 a tres años de prisión en parte por haber mentido a las autoridades, pero "ahora espera que la gente le crea". Cohen, que se encuentra en arresto domiciliario, describe a Trump como un supremacista blanco para el que "todo el que no integrara la clase dominante de la tierra era como una hormiga", y al que "no podían importarle menos" las vidas de sus votantes blancos de clase trabajadora. Estas son las ocho revelaciones clave de su libro:
"Dime un país gobernado por negros que no sea un agujero de mierda. Son todos absolutos jodidos retretes", aseguró Trump en una ocasión mientras criticaba a su predecesor, el entonces presidente negro Barack Obama, según el que fuera su abogado. Esa afirmación recuerda a uno de los escándalos más sonados de la presidencia de Trump, cuando los medios revelaron que había llamado "agujeros de mierda" a El Salvador, Haití y varios países africanos durante un encuentro privado, algo que el presidente negó. "Como regla general, Trump expresaba malas opiniones de todos los negros, desde la música a la cultura y la política", escribió Cohen en su libro.
Cuando Nelson Mandela murió en 2013, Trump insultó y criticó duramente al Nobel de la Paz sudafricano y primer presidente de la democracia multirracial en el país tras la caída del régimen segregacionista del apartheid, de acuerdo con Cohen. "Mandela jodió a todo el país. Ahora es un agujero de mierda. Que le jodan a Mandela. No era un líder", exclamó el ahora presidente, y opinó que el sudafricano no era del tipo de líderes que él "respetaba", de acuerdo con el libro. El partido gobernante en Sudáfrica condenó el pasado martes las supuestas declaraciones de Trump, mientras que la Fundación Nelson Mandela subrayó que los líderes que "se comportan como lo hace Trump no están en posición de ofrecer comentarios de autoridad sobre la vida y la obra de Madiba", apodo del histórico presidente.
"Trump contrató a un "falso Obama" para participar en un vídeo en el que Trump denigraba ceremonialmente al primer presidente negro y después le despedía", indica el exabogado del mandatario en su libro. Cohen se refiere a un episodio que ya salió a la luz en 2012, cuando el entonces magnate inmobiliario, que ya había dejado claro su desprecio a Obama al impulsar la falsa teoría de que no nació en EEUU, produjo un vídeo que iba a emitirse durante la Convención Nacional Republicana de ese año. El vídeo, que finalmente no se proyectó en la convención pero cuyo contenido divulgó la web de ultraderecha Breitbart, mostraba a Trump en su papel de presentador de su programa de televisión The Apprentice y al entonces presidente demócrata como uno de los concursantes que trataban de convencerle de que les contratara. "¡Estás despedido!", decía Trump al falso Obama en el vídeo, según Cohen, que incluye en su libro una imagen del magnate sentado enfrente de un hombre negro en su despacho de la Torre Trump.
Después de que Trump llamara "criminales" y "violadores" a los inmigrantes de México al anunciar su intención de presentarse a la nominación republicana en 2015, sus tres hijos mayores acudieron preocupados a la oficina del empresario, relata Cohen. Ivanka, Donald Jr. y Eric pidieron supuestamente a Trump que se retirara de la campaña electoral porque esos comentarios que habían hecho estaban "matando a la empresa" familiar, pero el magnate no mostró preocupación. "Además, nunca obtendré el voto hispano. Como los negros, son demasiado estúpidos para votar por Trump. No son mi gente", afirmó el aspirante republicano, de acuerdo con su exabogado.
En 2012, Trump miró lascivamente a la hija de Cohen, que entonces tenía 15 años, y dijo a su abogado: "Mira qué pedazo de culo. Me encantaría tener un poco de eso", de acuerdo con el libro. Cohen también escribe que no tiene ninguna duda de que, en los 1990, el entonces magnate "puso sus manos entre las piernas" de la maquilladora Jill Harth y la tocó sin su consentimiento en la cama de su hija Ivanka. En 2007, cuando el exmarido de Harth acudió al National Enquirer para denunciar lo ocurrido, el director de esa publicación llamó supuestamente a Cohen y le dijo que Trump le había pedido que ambos "arreglaran" el tema, sin importar "la verdad". Al menos 26 mujeres han acusado a Trump de abusos que van desde besos no deseados a una violación en un probador de un centro comercial, denunciada por la columnista E. Jean Carroll en un libro, y el mandatario ha negado todas esas acusaciones.
Según Cohen, Trump también se burló de los protestantes evangélicos blancos, que supusieron alrededor de un tercio de sus votantes en las elecciones de 2016, y que están representados en varios miembros de su gabinete, incluido el vicepresidente Mike Pence. Después de reunirse con líderes evangélicos poco después de su elección como presidente, Trump dijo a su equipo: "¿Pueden creerse que la gente se crea esa basura?".
Cohen asevera que Trump admira al presidente ruso, Vladimir Putin, por su capacidad de "apoderarse de una nación entera y dirigirla como si fuera su empresa personal, como la Organización Trump, de hecho". Según el exabogado, Trump alabó a Putin durante su campaña electoral para asegurarse el acceso a capital ruso en caso de perder los comicios, pero Cohen cree que el equipo del ahora presidente era "demasiado caótico e incompetente como para conspirar en serio con el Gobierno ruso" una vez que llegó al poder.
Durante la campaña presidencial de 2016, para evitar que la actriz porno Stormy Daniels hablara públicamente sobre la presunta aventura sexual que había tenido con Trump, el entonces abogado del magnate le pagó 130.000 dólares, una transferencia que violó las normas de financiación de las campañas electorales en EEUU. Cohen, que insiste en que hizo ese pago en nombre de Trump -algo que el presidente ha negado-, escribe en su libro lo que supuestamente le dijo el entonces candidato republicano respecto al trámite: "Llegar a acuerdos de este tipo nunca es lucrativo, pero muchos, muchos amigos me han aconsejado pagar". "Si esto sale a la luz, no sé cómo se lo tomarían mis simpatizantes. Pero apuesto a que les parecería cool que me haya acostado con una estrella porno".