El Gobierno de Estados Unidos ha aportado nuevos argumentos a su acusación contra el fundador del portal de filtraciones WikiLeaks, Julian Assange, lo que abre la puerta a una demora en el proceso judicial sobre la extradición del activista desde el Reino Unido.
En una vista administrativa celebrada este viernes en la Corte de Magistrados de Westminster, en Londres, la fiscal Claire Dobbin explicó que EE.UU. remitió el 12 de agosto un escrito acusatorio que amplía la descripción de la supuesta conducta ilegal de Assange.
A pesar de esa adenda, se mantienen los 17 cargos originales contra él, que pueden suponer hasta 175 años de cárcel.
La fase central del juicio de extradición estaba programada para el pasado mayo, pero fue pospuesta, debido a la pandemia de coronavirus hasta el 7 de septiembre, en el tribunal penal de Old Bailey.
Los 33 folios adicionales de la acusación extienden el grupo de personas con las que Assange habría conspirado, además del exsoldado estadounidense Bradley Manning, para airear cientos de miles de documentos clasificados, según describió Dobbin.
Videoconferencia desde prisión
La abogada que representaba a Assange este viernes, Florence Iveson, argumentó que la acusación "está tratando de añadir una cantidad de conductas considerable y extender el caso de manera significativa".
Iveson argumentó que ese nuevo material debería haberse agregado al proceso "en una etapa mucho más temprana" y aseguró que puede afectar a la toma de declaraciones a testigos en septiembre.
La magistrada Vanessa Baraitser declaró que cualquier retraso en el proceso "debería ser evitado", pero dejó en manos de la defensa la posibilidad de solicitar una prórroga, para lo que tienen un plazo hasta la próxima semana.
El fundador de WikiLeaks intervino por videoconferencia desde la prisión de Belmarsh tan solo para dar su nombre, su fecha de nacimiento y confirmar que escuchó los argumentos esgrimidos en la sala.
Su padre, John Shipton, asistió a la vista desde la galería pública del tribunal londinense, junto a otros activistas que respaldaban a Assange.