- La Unión Europea (UE) considera que las negociaciones para normalizar la relación entre Serbia y su exprovincia de Kosovo están de nuevo encauzadas, tras celebrar ayer una reunión telemática con los líderes de ambas partes que ha sido la primera desde noviembre de 2018. “Estoy contento por decir que, tras la cumbre de París (del último viernes) y la reunión de hoy, el diálogo facilitado por la UE para una normalización integral de las relaciones entre Serbia y Kosovo va por el buen camino tras 20 meses”, indicó el representante especial de la UE para el diálogo entre Serbia y Kosovo y otros asuntos de los Balcanes occidentales, Miroslav Lajcak.
En un mensaje difundido en vídeo, Lajcak explicó que tras el encuentro de ayer, en el que participó junto al alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell (desde Bruselas); al presidente serbio, Aleksandar Vucic (desde Belgrado), y al primer ministro kosovar, Avdulah Hoti (desde Pristina), se han “acordado los principales elementos del proceso”.
También cerraron la agenda de la próxima reunión, que será presencial y se celebrará en Bruselas el próximo jueves, 16 de julio. “Quiero agradecer a ambas partes su constructiva implicación hoy”, concluyó Lajcak. Antes de comenzar el encuentro, Borrell había pedido “coraje político” tanto a Kosovo como a Serbia para un “acuerdo de normalización integral, final y legalmente vinculante”. Un pacto, según dijo, que aborde “todos los asuntos pendientes”.
El alto representante considera un pacto “crucial para un futuro mejor del pueblo de Kosovo y Serbia”, pero también “crucial para su perspectiva europea y para la seguridad y estabilidad de toda la región”.
“Todo ello también es crucial para la UE”, recalcó el jefe de la diplomacia comunitaria. Para el político español, “la ausencia de una solución está obstaculizando el desarrollo de las dos partes”. “Sabemos que no es un proceso fácil. Nunca lo ha sido. Pero hay urgencia para trabajar hacia la paz y la prosperidad por el bien de nuestro futuro común”, subrayó.
La negociación para normalizar las relaciones entre Kosovo y Serbia, en un proceso amparado por la UE, estaba paralizada desde que en noviembre de 2018 Pristina impuso el arancel del 100% a la importación de productos serbios, en violación del acuerdo regional de libre comercio. El Gobierno de Kosovo, no obstante, canceló posteriormente esas restricciones al comercio con Serbia.
El de ayer fue el primer encuentro en 20 meses, dentro del proceso auspiciado por Bruselas, si bien ya hubo un primer acercamiento el pasado viernes con la cumbre telemática organizada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, con Vucic y Hoti, en la que también participó Borrell.
Desde el Servicio Europeo de Acción Exterior consideran esa cumbre una aportación a los esfuerzos que lleva a cabo la UE para que Serbia y Kosovo lleguen a un acuerdo. La normalización entre las dos partes es un requisito exigido por la UE para que ambas avancen hacia la integración en la Unión.
La antigua provincia serbia de Kosovo proclamó su independencia en 2008. Belgrado no reconoce esa independencia, que ha sido reconocida por EEUU y la mayoría de los socios europeos, aunque no por Rusia, China, España y la India. Fuentes comunitarias explicaron por su parte que la UE tiene un “interés principal en resolver” la cuestión de las relaciones entre Pristina y Belgrado.